Observando voy por saber, andando la vida paso,
y mirando al cielo raso, buscando la luz divina,
preguntando a la vecina y a los dioses del parnaso,
todo aquel que me hace caso o lo que mi mente maquina.
Decid, ¿por qué la estulticia se antepone a la pericia,
no entiendo por qué la maldad mas vende que la bondad,
por qué tanto se cotizan la codicia y la malicia,
más morbo que una caricia les da a muchos la crueldad?
Hoy he subido hasta el altar a verle a mi pitonisa,
al Oráculo de Delfos. Y la he vuelto a preguntar
para calmar mis anhelos y a mi psique así aplacar,
¿quién principios ha invertido? ¿cual es la realidad?
Y cuando yo me puse a hablar y osé decir castidad
se puso a reir sin parar y fue así que murió de risa.
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Autor:
donbuendon (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 31 de mayo de 2014 a las 05:29
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 298
Offline)
Comentarios4
Así es esta vida amigo mío, no entendemos los humanos
esta vida
DTB
bambam
¿why?, por qué?, ¿pourquoi?,¿warum?, ¿perché? ¿为什么? Esto último sólo algunos chinos lo entienden. Un abrazo,
Alegre como siempre amigo Don
un abrazo
Al Oráculo de Delfos
de la risa le entró hipo
al acordarse que un día
también le preguntó Edipo.
Un abrazo. Muy buen soneto querido amigo.
¿Quién marca del hombre su destino
los principios, la moral y la ética,
o dinero, tetas, higos y pepinos
en esta humanidad peripatética?
¡Los principos, ah dónde están los principios! Ya lo dijo Groucho Marx. "estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros".
Pues me respondes en verso
yo para ti tengo otros
que en este puto universo
relleno está todo de rotos.
Un abrazo
Exquisita poesía lírica, amiga. Un saludo desde mi covacha.
Muchas gracias, Rodulfo por tu epíteto. Lo único que debe ser exquisita es tu covacha. Un abrazo
MUY .... MUY BUEN SONETO, MI QUERIDO DONACIANO, CON UN SENTIR EXTRAORDINARIO, PARA MEDITAR.-
UN BESO A LA DISTANCIA CON CARIÑO.-
MARGARITA DIMARTINO de PAOLI
MAR DEL PLATA - ARGENTINA.-
www.margadepaoli.blogspot.com
Quizás lo más recomendado es no pensar demasiado. Pero en fin, ¡qué sería de nosotros sin la capacidad de amar y de pensar!
Un abrazo
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