Ausentes latidos
de un pecho que no está
por lejos, por incierto
por correr tras el viento.
Mi amada, es solo eso
un punto en el firmamento
solo en noches sin luna
puedo ver su fulgor.
Ese es mi amor
tan solo una luz
que algún día llegará
y en mis ojos, se pondrá a vivir.
Ellos brillarán soberanos
y mi boca dirá maravillas
que vestirán su hermosura
de pétalos y alas, que le lleven.
A un cielo único
donde solo yo
pueda verle
y mis manos, ceñirle.
De ese ideal
han de salir, fulgores
en anocheceres de estío
y suaves brisas marinas.
Estará a mi lado
vestida de espumas
y nuestras miradas
se unirán, sin palabras vanas.
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Autor:
Esteban Couceyro (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 16 de mayo de 2014 a las 10:10
- Categoría: Amor
- Lecturas: 69
- Usuario favorito de este poema: .
Offline)
Comentarios2
sentidas tus letras, cargadas de mucha delicadeza y sutileza.
Gracias por tu comentario, así es el amor.
Saludos
Esteban
Hoy tus versos tienen alas de ensueño y amor. Es lindo estar enamorado y poder gritarlo.
Un abrazo que llegue también al mar. Buen fin de semana.
Beatriz, las alas están en tu corazón y los gritos..., bueno aveces son murmurados, pero no menos sentidos.
Hoy el mar está desapacible, hay ruidos y oleajes, mañana seguramente, la calma y el sol reinarán.
Un abrazo
Esteban
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