Siluetas errantes se
arrastran hacía las sombras del
atardecer. Lluvia de
plumas agrestes.
Pluma sobre puntos suspensivos.
Ojos que hablan palabras
sin eco.
Retazos rojo y azul.
Niños estáticos, aves que
no vuelan. Hálito que baila
con las ramas de los árboles.
Vaivén de luces, tulipanes
escarlata y espejos rotos
rampantes en cada exhalación,
en cada parpadeo, en cada letra que
escribimos.
Pasos sobre lluvia, lejanos,
trémulos, incesantes...
Octavio Aldebarán Márquez.
Comentarios1
Lindo poema con sentido profundo y reflexivo. Es un placer pasar por tu portal.
Un abrazo.
Muchas gracias. Un abrazo de vuelta.
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