El Río Grande.

Alberto Montes de Oca

Mientras caminaba por la selva, junto a un río y yo solo, a lo lejos pude ver cómo el rió junto al que iba, se unía con otro que salía de entre los árboles, formando un río más grande y lleno de vida.

Cuando llegué al punto exacto donde se unían, vi que era una de las más bellas uniones de ríos que había visto en lo que levaba de vida hasta entonces, pero debido a la fuerza de las aguas de ambos caudales, la unión no era armoniosa, era rápida y violenta, todo terminaba confundido y mezclado en el río grande, pero no le quitaba lo bello, pero quizá era un peligro no poder diferenciar las aguas de cada río.

Yo continué mi camino y conforme avanzaba, en el río grande iba encontrando infinidad de peces multicolor, pero al querer meter mis manos en el río, recordé las palabras que un viejo me dijo antes de salir del pueblo donde había vivido hasta los 15 años, con mis padres: "joven, tenga cuidado allá, donde las dos aguas se vuelven una, pueden verse muy bellas, pero el río grande ya ha matado a muchos otros que han confiado en sus aguas... Cuidado... Cuidado...". El hombre parecía estar loco, así que no le di importancia a sus palabras en ese momento, porque ¿Cómo iba a pensar que un ríotan bello pudiera hacer tanto daño? ¡Era absurdo!

Ya entrada la noche y sin haber llegado aún a mi destino, me vi forzado a pasar ahí la noche, así que recogí algunas ramitas secas pqueñas y otras grandes, con las pequeñas haría una fogata y con las grandes improvisaría un pequeño refugio junto con algunas hojas, de aquellas plantas que tienen hojas muy grandes... Y aunque no creía en las palabras de aquel viejo, colgué una medalla de San Benito con la cruz de cara al río, sólo por si acaso tenían algo de verdad sus palabras...

En la noche, mientras dormía,sentí un pinchazo en el cuello. Me había picado un alacrán y no llevaba el antídoto correcto. Salí de mi refugio para ver si había alguien cerca de mí, pero fue inútil, en poco tiempo me desmayé...

Cuando desperté, estaba en una especie de choza pequeña, hecha de ramitas secas y hojas muy grandes, más grandes de las que había encontrado yo. Yo tenía una especie de ungüento en el cuello, justo donde estaba el piquete. Iba a quitármelo, pero entraron tres mujeres y me dieron a entender que no lo hiciera, entonces comprendí que me habían salvado la vida, y lo dejé todo como estaba, no sin antes agradecer asintiendo con la cabeza. 

Me dieron comida y después de unas horas recordé que yo debía volver junto al río grande y quise preguntarles por el camino que debía tomar, pero no me entendían. Entonces se me ocurrió hacer dibujos en la tierra, así que tomé una varita y dibujé un pequeño río en la tierra, al parecer me entendieron, pues me señalaron un camino a través de la espesa selva. Una de ellas me arrebató la varita y dibujó tres soles y una luna, luego una línea que iba al río que había digujado, por lo que entendí que llegaría al cabo de tres días. Me dieron un pequeño morral con fruta, tomé mis cosas y seguí el camino que me habían indicado...

Tres días estuve inconsciente y tardaría otros tres en llegar de nuevo al río,pero mientras, no sabría nada de él...

Al segundo día se me terminó la comida y el agua, para mi fortuna ese mismo día llovió y aunque no pude recolectar mucha agua, fue suficiente para mantenerme cuerdo y con vida. encontré unos frutos que nunca había visto y después de ver cómo se los comían algunos monos, decidí tomar los más que pude y llevarlos conmigo. Fue cayendo sobre mí la noche y decidí descansar.

Al siguiente día me desperté a las 11:00 hrs. según la posición del sol, ya era muy tarde. Me levanté lo más rápido que pude y seguí mi camino.

Unas horas después comencé a escuchar un ruido parecido al de el agua al fluir por un río, me emocioné y corrí en la dirección de donde provenía el ruido del agua y cuando por fin llegué, olvidé por completo las palabras de aquel viejo y bebí de sus aguas sin importarme nada más que haber llegado junto al río otra vez, junto al río grande y bondadoso, que no había hecho más que tratarme bien. Me mojé todo y descansé unas horas recostado junto al río.

Después de esto, decidí continuar con mi camino y así lo hice. Sin embargo, algo me detuvo, pues a lo lejos divisé una cascada. Cuando llegué ahí, me di cuenta de que la caída era de almenos treinta metros, por suerte llevaba conmigo una soga con cerca de cincuenta metros, así que decidí que primero bajaría mis cosas para después ir yo más seguro, pero no amarré bien la soga y se soltó el nudo, por lo que no pude continuar sosteniéndola y todo se cayó... Sin otro medio para descender, tuve que hacer un salto de fe, pues no sabía qué tan profundas eran las aguas de abajo, pero para mi suerte, eran lo suficientemente profundas para no golpearme en el fondo, por lo que no tuve mayor problema con salir de ahí y continuar. Recogí mis cosas y seguí caminando.

Sin embargo, a partir de aquella cascada, el río cambió... Los peces, que antes eran multicolor, se pusieron de tonos opacos y el número de éstos había reducido mucho. El agua llevaba más tierra que antes, se veía un poco más sucia, pero no le di mucha importancia a eso... Seguí caminando...

Unas horas después, vi que a lo lejos el ríose volvía a separar en dos ríos pequeños. Un grupo de piedras le obstruía el paso y lo obligaban a separarse.

Cuando llegué a este punto, intenté quitar las piedras, pero todo fue inútil, eran demasiado pesadas y yo solo no podía quitarlas, pero tenía que luchar porque los ríos se volvieran a juntar en uno solo, por lo que decidí desviar mi camino y seguir el otro río para encontrar una manera de desviarlo hacia el mío otra vez. Hice de todo, obstruí su paso con las rocas más grandes que pude cargar, pero simpre retomaba el caudal original, como si no quisiera regresar al mío. De pronto, apareció una mujer del otro lado del río, vi cómo le daba de beber a su caballo con las aguas del río. ¿Cómo había llegado un caballo hasta la selva? No lo sé...

En un instante, la mujer volvió la mirada hacia donde estaba yo, me miró dentro del río y en seguida, su caballo cayó muerto junto a ella, al parecer intoxicado por beber de esas aguas, sin embargo, la mujer no pensó eso, pues después de corroborar que estaba muerto, me miró con una profunda expresión de odio en el rostro, como culpándome por la muerte de su animal, entonces toó unas rocas y comenzó a lanzármelas, aquella mujerquería matarme y por poco lo logra. 

Yo tuve miedo, no supe qué hacer, así que reaccioné de la misma manera que ella, tomé tres piedras y se las arrojé, pero por ser hombre, las mías iban con más fuerza que las de ella.

La primer piedra que arrojé le golpeó una pierna y la derribó, pero en seguida se puso de pie y continuó con su ataque. La segunda piedra que arrojé la golpeó en la cabeza, también la derribó, pero se volvió a parar, aunque tardó un poco más de tiempo, pero lo hizo y quiso seguir aventándome piedras, pero la tercera tenía forma de punta de lanza, así que procuré que fuera mi mejor tiro y se la enterré directamente en el corazón... Después de ver cómo caía al suelo, me aterré y decidí que lo mejor sería irme de ahí y eso hice. Regresé junto a mi río, que de nuevo estaba lleno de vida, aunque era un poco más pequeño, era hermoso.

Cuando me disponía a caminar, pude escuchar una risa... no sé de dónde venía o de quién era, pero ya no importó, seguí mi camino junto a aquel río...

  • Autor: Carlos Alberto Cuevas Montes de Oca (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 29 de abril de 2014 a las 17:25
  • Comentario del autor sobre el poema: Este cuento trata de ser prosa poética, tengan cuidado al momento de leerlo, pues cada elemento mencionado dentro de él, tiene un significado único y propio que se encuentra implícito dentro del relato. Espero que sea de su agrado.
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 70
  • Usuario favorito de este poema: Darío Ernesto.
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Comentarios2

  • Darío Ernesto

    leyendo tu entretenido cuento o historia de vida, casi mueres por ese alacran, el rio y sus consecuencias,bella narracion que dio esa vivencia tuya,entretenida,felicitaciones amigo,un abrazo.

    • Alberto Montes de Oca

      Muchas gracias!! Es un cuento, muchas gracias por tus comentarios!

    • Xochiketzalli Miztli

      Es muy muy bueno. Me encantó! Felicidades :3

      • Alberto Montes de Oca

        Pues de corazón, muchas gracias!!! Me alegra que te haya gustado!! 😀



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