¿No la conocéis? Entonces
    imaginadla, soñadla.
    ¿Quién será capaz de hacer
    el retrato de la amada?
     Yo sólo podría hablaros
     vagamente de su lánguida
     figura, de su aureola
    triste, profunda y romántica.
     Os diría que sus trenzas
  rizadas sobre la espalda
   son tan negras que iluminan
   en la noche. Que cuando anda,
    no parece que se apoya,
    flota, navega, resbala…
    Os hablaría de un gesto
    muy suyo…, de sus palabras,
    a la vez desdén y mimo,
    a un tiempo reproche y lágrimas,
    distantes como en un éxtasis,
    como en un beso cercanas…
    Pero no: cerrad los ojos,
    imaginadla, soñadla,
    reflejada en el cambiante
    espejo de vuestra alma.
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                        Autor:    
     
	lowi ( Offline) Offline)
- Publicado: 21 de abril de 2014 a las 15:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57

 Offline)
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Comentarios2
Bello poema, esa musa te tiene cautivado. ¡de veras que sí!
saluditos,
Lindo e inspirador poema
una buena descripción
para dejar a flote nuestra imaginación
saludos
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