A nocturnas horas, hasta el desencanto,
a temblor y llanto tantos se condenan,
se calla la alondra...brota el amaranto.
A lo lejos, lúgubres notas resuenan
-notas de lamentos de profuso canto-
y los ruiseñores las voces no frenan.
Caminos que cruzan las frondas floridas,
hurtan el rocío a pétalos sin bríos,
en calma la fuerza de los recios ríos,
no apaga las llamas en selvas crecidas.
Se agota la historia, las musas dormidas,
se cierran los libros con pliegos vacíos;
la tinta se seca sobre cuerpos fríos,
se duermen las letras, en oscuras vidas.
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Autor:
Gisela Villarroel (gisell_v) (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 21 de abril de 2014 a las 13:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Rodriguez, jaquemate, grabra.
Offline)
Comentarios2
Querida Gisell ,
Y ellas se unieron
porque para eso nacieron ,
pero cuando crecieron ,
ya no pudieron .
Iluminaste el sendero
con el brillo de tu intelecto .
Mi cálido Abrazo .
HERMOSOS VERSOS POETISA... ILUMINAN TU SITIO!!!
FELIZ INICIO DE SEMANA
ABRAZOS DTB
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