La Democratización de la Palabra.

Se han diluido las fronteras de la palabra escrita. Hoy día el Verso, antes exclusivo para el "Poeta", es una realidad para todos aquellos que tenemos la afición de escribir (fronteras físicas, culturales, sociales, morales y educativas). La distinción del ser llamado "Poeta" va perdiendo terreno (para aquellos que se consideran "eruditos"). Para ceder el espacio a la libertad en las letras, más allá de toda cuadratura, género, métrica o rima; y sin embargo algo queda de incomunicación, de separación para el "aficionado" (como es mi caso) ya que en ocasiones se abre una brecha entre esos dos mundos.

Culturalmente la cuadratura, la métrica, la rima, el género; produjo en la poesía una sola verdad que rayaba en el contexto de lo divino: La Metáfora. Hermosas joyas celosamente guardadas y exclusivas del llamado "poeta" y velada expresamente para la gente común, para el llamado "aprendiz" (como es mi caso, reitero).

A lo largo del último siglo a la Poesía, acuden oleadas de jóvenes (y con jóvenes me refiero a su condición de "poeta") ansiosos por prescindir de ese peyorativo adjetivo de "aficionado o aprendiz" para erigirse al fin "Poetas", con intereses y arraigos universales: las letras, la palabra, el verso, la rima, el poema.

Al "aficionado o aprendiz" se le despoja de cualquier "Don" si no es nacido o formado "Poeta" en alguna institución de renombre, si no ha publicado en papel algún libro y no obstante, la gran cultura de esta minoría "aficionada" (que para bien de todos nosotros, los que amamos la palabra escrita) tiene ya logros muy importantes gracias al internet.

Varios fenómenos (la rapidez de las comunicaciones, el surgimiento de innumerables páginas literarias y encuentros virtuales desde todas las regiones por medio de la red), conducen al desuso del término "aficionado o aprendiz" que ha sido un yugo, ya que el único pecado cometido es no seguir las reglas de la estructura y los erige hoy con el adjetivo soñado por todos ellos (nosotros) "Poetas". Acrecentando esta actividad cultural y sacándola de ese letargo añal, desde todas las regiones del planeta y que nos hermana a través de la palabra escrita de manera global, tan verdadera, que si; (desde mi humilde perspectiva) más del 90% de la oferta en letras tienen la calidad de estremecer más de un alma de aquellos que generosamente les (nos) leen.

Al "Poeta", (ése que se rige inflexible por rimas perfectas, medidas, cuadraturas y métricas) no le importa contribuir a la democratización de la Poesía, (desde su soberbia, su superioridad intelectual) minimiza el hecho y arremete contra las letras de quien considera inferior para dejarle claro que él, si es "Poeta" y llamarle de nuevo "aprendiz o aficionado".

Las razones sin duda son muy diversas, ya que no considera posible el intento "populista" del "aficionado o aprendiz" y rechaza la imposición con sus gustos elitístas y la constante comparación con él, o con los "grandes" en los espacios autónomos (páginas literarias, rincones poéticos, blogs, etc...) de los que ellos consideran "clases populares", cuyo amor y gusto orgánico de las letras, va, desde la reproducción fosforescente del soneto, al patriotismo de closet que sólo estalla en ocasión de un buen intento (que también es mi caso).

Esta diferencia es aguda y costosa para el considerado "aficionado o aprendiz", ya que inhibe sus letras por temor a la crítica ácida del intelecual con linaje de poeta o del popular miembro de algún espacio literario que termina por erigirse (cree) como amo y señor. Pero abre también la posibilidad de un alma con mente rebelde que urge a la democratización de las letras, consolidando en el verso libre y esos intentos, todo su talento que lo acerca cada vez más a ese llamado arte: La Poesía. Ampliando el espectro para llegar a todo ese público sediento de cultura, de amor, de belleza, en palabras sencillas como ellos mismos. Algo que es notoriamente insuficiente; pero que poco a poco, desdibuja la frontera de ése arte mayor, más allá de toda estructura, y dejando cada vez más atrás el término menospreciador.

Así, las minorías rescatadas (que para mi, ya son mayorías) por la maravilla del internet, dejan de estar condenadas al infierno de la falta de espacios, de alternativas físicas, morales, espirituales, educativas y de igualdad que las mayorías, (que para mi, son minorías) juzgan irredimibles.

Por tanto:

Abandona tus miedos POETA ya no hay Apartheid en las letras, en la palabra escrita, en el poema, en la Poesía. Se ha marchado el autoritarismo en los espacios literarios. Ejerce tu libertad de mostrar al mundo tu obra, que es gestada en la emoción, con respeto a los sentimientos comunitarios, con un sólo valor: (pero el más importante) La Tolerancia.

Y erigido como tal, con el principio conciliable de llamarte POETA, heredero legal de la Poesía y la Libertad de Expresión. Democratizando así... La Palabra.

Yo, Tizzia

La Orgullosa Aficionada a las letras y Aprendiz de Poeta.

©Tizzia Holwin 
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