ABUELO

Claudia-Yaya

Nuevamente viene septiembre, 

el mes que un poco te trasladaba a tu añorado Chile,

donde el vino no faltaba, y las empanadas abundaban,

y el Viva Chile era la frase del día,

cuanto añoro como tú, aquellos días,

tu tierra, tu voz bien timbrada, los consejos de buen padre, 

la protección y la seguridad de sentirme verdaderamente amada.

Pero Sabe que : eso se acabo, si se acabo,

un 22 de mayo en que su corazon se paralizo, 

su voz callo por siempre, y solo la oscuridad veian tus ojos.

Empezo la vida, nunca vivida,

las penas no sentidas,

y por vez primera sentirme sola realmente.

Se cruzan los pensamientos, más nunca los sentimientos.

Te extraño más que nunca, y si pudieras conmigo hablar,

por que no tratar, hacen falta mil espacios de tiempo,

lagrimas de tormento, ruegos y lamentos, no es talvez.

más que eso para poderme comunicar,

lo que sea yo lo hago, solo hazmelo saber,

que enseguida me tendras a tu lado.

Para contarte que tristemente tus hijos se han separado,

la insensatez se apodero de ellos, de unos más de otros menos,

no hay quien ponga final a todo esto.

Ahy ocasiones que la poderosa mente la dejo volar y pienso, 

en la casa con otros dueños, otros niños, otros ruegos.

Otros tan extraños, que cuando yo pase no sabran lo que siento.

Abuelo querido, que hago si en mi vida estoy muriendo,

más sola estoy cada dia, sin sueños.

Porque soy tan debil, que sufro cuando a otros no les importa lo que siento,

mi ruego eterno desde que partiste, es ya lo sabes, y mi Dios eterno.

Si tengo algo que cumplir, os ruego abuelo intercedais por mi para saberlo,

y así cumplirlo a la brevedad posible.

Sin dejar algun detalle incompleto.

Sufro en esta tierra porque soy parte de esto, 

solo madre tengo, que sangre de mi sangre y

amor de mis amores, aunque hay veces que rabeo,

con la que un hilo de plata me liga a la tierra,

pero se que sufre con mi sufrimiento,

y lo que yo más quiero es la paz de mi cuerpo, 

derrochar las angustias de mi alma en mil papeles,

y rellenar con suaves brisas las alas de mi alma.

Explorar la magnificencia de la historia,

del mar y sus secretos,

de guardar como un recuerdo..el deseo no cumplido

de velar por un niño tierno.

Pienso que me veras cuando lloro al escribir todo esto,

más estoy segura que haya en el cielo,

mi pequeño niño en tu regazo de seguro encuentro,

el dia que yo vaya, para alla, para el cielo,

Por que a Dios yo le ruego, que me perdone, que lo siento,

cuanto mal yo haya hecho,

más de seguro sabra cuanto amo a ese hijo que no lo tengo,

a ese abuelo que no veo.

Perdoname mi Señor, dile querido abuelo,

que no crea que es abuso de confianza, pero es lo que yo siento,

y que si el lo hizo, justo yo lo encuentro.

Más mi alma llora...pero se que el día llegara,

por que lo anhelo. 

 

Ver métrica de este poema
  • Autor: Yaya (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 3 de abril de 2014 a las 20:27
  • Comentario del autor sobre el poema: Al nacer sin padre, Dios me dio a mi abuelo, al partir a su encuentro mi alma quedo en el limbo, luego perdí un hijo, lo que convirtió en agónica mi tristeza. Escrito en 1994.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 146
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • joaquin Méndez

    Muy bonito amiga, pero las letras son demasiado pequeñitas, jajajaja
    Un saludo.



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.