Te veo, mientras desayunas
las manos finas, en la taza
cada uno de los dedos
los veo, mientras el humo
juega con tu mirada.
Angustiado, escondo la boca
tras la taza de café
y no pronuncio nada
de lo que debería decir.
Me detengo en tus cabellos
me enredo en los recuerdos
hasta que doblando la esquina
del último pensamiento
me topo con tus ojos
del sueño no dormido.
Sonrío dejando la taza
pero no puedo hablar
de mi boca no salen las palabras
esas, que debería decirte.
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Autor:
Esteban Couceyro (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 27 de marzo de 2014 a las 13:26
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 40
Offline)
Comentarios2
imaginé la escena matutina y...me gustó el poema.
Gracias, por tus palabras, lo mágico de esto es que cada uno, al leerlo disponga su propia vivencia.
Un abrazo desde este mar del sur.
Esteban
Hola Esteban!
Está muy bien este poema.
La foto que muestras ya la has mostrado antes...
Al verla, estaba yo seguro de haberla visto antes, hoy vencí mi pereza y consulté un volumen de arte... y sí, allí estaba, es la esposa de Henri Matisse.
Considerando que es así, tu poema adquiere una dimensión especial.
Ya habrás visto que por fin logré cambiar el nombre, es decir, que aparezca mi verdadero nombre en el foro. Gracias por tu consejo.
Un abrazo
Carlos
Estimado Carlos, aunque repetido (es muy común en mi la desprolijidad y despiste), consideré oportuno colocar esta obra de Matisse (la de la raya verde), pues lo expuesto en mis letras, es afín al modo de pintar de este gran artista.
Pequeñas lineas con situaciones simples, que contiene un enorme conflicto.
Esto me separa del objetivo final de Matisse, que buscaba la simplicidad y paz de los sentidos, en sus pinturas.
En mi caso, intento, desde la paz llegar al drama contenido.
Respecto al cambio de titularidad de tu cuenta, me alegra que hayas llegado a semejante objetivo tecnológico. Ya lo dijeron es cuestión de porfía, la vida.
Un abrazo
Esteban
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