TUS OJOS

 TUS OJOS

vi. tus ojos verdes aquella mañana fría,

Con esa chispa profunda de gracia y picardía

Brillantes tus pupilas, de elegante imagen

Cautivaron en segundos a mi amoroso cómplice

Corazón, apasionado en amores de preciosas  damas,

Acostumbrado a cantar presuroso rituales de amor.

Terco y madrugador mi errante corazón no avista el fracaso

Cuando come los frutos de su impetuosa arrogancia

Al pretender contagiarte a ti una reina de las diosas

Con tu pelo tocado por el viento travieso y el sol dorado

Y tu esbelta figura de elegantes vestidos claros,

De porcelana fina, traída de remotos y secretos cielos.

Pero tu sencillez resalto de inmediato, cuando

Me sonreíste tímidamente, casi al instante,

Incrédulo, solo te pude decir y muy quedo, ¡hola!

Pues enmudecí por esa expresiva mirada profunda;

Que los latidos de mi alma cantaron para ti.

La fuerza de mis piernas casi sentencio una caída

Y sigilosamente agache mi cabeza y esquive tu mirada

Porque fue en esa mañana fría cuando descubrí,

Mi vocación de amarte todas las horas del día.

Y a soñar contigo en mí lecho todas las noches del mundo.

Pues fue por ti mujer, por ti que cerré y para siempre

Las puertas del amor, y aquiete  eternamente

Los bullicios  de mi interior donde el ser fiel

No es precisamente una cualidad que vaya

Conmigo, tomada de la mano dando consejos.

Y no arrepiento de decisiones tomadas,

Porque el amor llego como nunca lo esperaba,

Y te he amado toda la vida todos los ahoras

Todos los minutos, porque aunque hemos envejecido

No somos viejos, somos los amores, somos los instantes,

Los besos, las caricias, las alegrías, los perpetuos.