TE ACUERDAS

¿Te acuerdas

de aquel día del otoño?

todo presagiaba

una gran alegría

que alimentaba

con mi fantasía

al imaginar

de los dos un retoño…

Al seguir juntos

las imperturbables leyes,

al pensar que no habría contratiempo,

consumamos

nuestra unión a tiempo,

sintiéndonos dichosos

como reyes.

¿Te acuerdas

que todos mis sufrimientos

se borraron

desde ese momento,

que anduvimos juntos

a paso lento,

logrando engrandecer

mis sentimientos?

¿Sentiste al azar,

insidioso y cruel,

jugar al incognoscible

destino?

como había torcido

todo mi camino

al llevarme en desbocado carrusel…

¿Te acuerdas

de aquel ufano día?

cuando nos encontramos

ardientes y tenaces,

en el altar

de sus horas fugaces,

en un abrazo

de inmensa alegría…

De nuestra pasión

no queda nada,

sí acaso la soledad

llena de olvido,

que me lleva

al ámbito desconocido

donde triste

recuerdo tu mirada…

Horas interminables,

sólo abrojos,

tal vez para las manos

adecuadas,

con las hondas

cicatrices marcadas

te llevo en la hondura

de mis ojos…

¿Te acuerdas

que en ese día tú y yo

no necesitamos

ni de promesas?

sólo nos prodigamos

las ternezas

cuando tú fuiste mía,

yo fui tuyo.

Entonces... sólo dime:

¿por qué dejas

que lo lejano

nos separe ahora?

que se desvanezca

nuestra aurora,

por qué sin compasión

de mí te alejas…

Será porque nunca

llegó el retoño

a bendecir

nuestra convivencia,

a engrandecer

con su grata presencia

los sueños

de otro día de otoño…

José Bernardo Romero Núñez

         BERNA