Llegas en el peor momento de mi vida, cuando ya no esperaba nada…

Llegas cuando esperaba respuestas a los sufrimientos de mi alma.

No te llame… ¿o quizás, site llamaba?

Te llamaba en silencio…cuando nadie escuchaba.

Como solo se pueden hablar los que se aman

Miraba las estrellas, que también tú mirabas, en busca de un mensaje que uniera nuestras almas…

Fui construyendo un lecho, mientras sola yo estaba

Preguntando a la vida, si espinas me faltaban

¡Y regué con mis lágrimas la cama improvisada! Donde mueren los sueños de forma inesperada…

Cuando estas espinas que destrozan mi alma  ¡mi corazón destrocen  de forma despiadada!

Esperare que vengas al pie de mi cama y este dolor que siento…lo calme tu mirada.

Que seas el rio tranquilo que acaricia las piedras, que humedece la arena sedienta, que alimenta el musgo aferrado a las rocas ¡y calmes esta sed que hoy tiene mi boca!

¡Quiero silencio, calma y desvarío!

Que permitan a mi alma llenar este vacio…

Regálame el silencio de un suspiro

¡y la dicha infinita de sentir que eres mío!

 

Autora: Elena Lisett Pereira Cordero