"Diez muertes por un suicidio"

Las noticias anuncian una tragedia:
"Joven chica se corta las venas luego de ingerir una cantidad alarmante de psicotrópicos", la gente comenta sin siquiera conocer, el cura en los templos afirman que fue el demonio quien se apoderó de esa cierva de Dios. Rio.

Los días se tornan grises en la ciudad, todos comentan ese suceso tal cual fueran reporteros amarillistas que divulgan el sangriento escenario; algunos fieles tapan los oídos de sus niños para no ensuciarles la mente. Me pregunto qué harían si supieran que el pastor toca de manera inapropiada al pequeño Tomás en la sacristía, ¿Cerrarían los ojos?

Las lunas pasan, más en mi cabeza revolotea como mariposa enamorada la noticia suicida,imagino lo placentero que tuvo que haber sido ver la sangre mojando los ropajes, verla salir como grifo roto sin poderla detener, sólo quedarse ahí, admirandola.
Imagino la excitación de cortar y cortar, sin sentir nada que no fuera placer, o un simple deseo de libertad.

Semanas después el mismo noticiero interrumpe programación para anunciar: "Madre de joven suicida es encontrada en el jardín de su casa colgada con la fotografía de su hija"; todos quedan anonadados, las calles arden tal cual fuese un infierno de habladurías. Las iglesias se llenan como estadio en un mundial, con fanáticos pidiendo de rodillas un minuto más.

La brisa se encargó de borrar aquellos rostros llenos de tristeza, de las suicidas que se enamoraron de lo irreal;
Así, el sacerdote sigue diciendo a los niños que todo está bien, no hay porque temer, los padres infieles llegan tarde a casa culpando esas reuniones que tuvieron en medio de las piernas de una jovencita, los niños asustados al ver su madre sollozar. Todo vuelve a empezar.

Todos siguen atrapados en un mundo efímero, con pensamientos homicidas para con el prójimo, aferrándose a personas que no serán eternas, creyéndose ellos mismos sus salvadores.

Prefiero suicidarme antes de seguir atada a este espejismo, mezclándome con madres agresivas, padres infieles, hermanosenojados, amantes obsesionados, personas vacías; ilusiones ópticas.

Prefiero suicidarme antes de morir en manos de la vida, al final del trayecto, todos nos volveremos a encontrar.

¡Ciao, adieu, bye, adiós!