Cien años vivió, veinte más que ella,
que sumados a los sesenta que compartieron,
dan un resultado imprevisible, incalculable.
En todo ese tiempo, fué incapaz de acabarse su amor.
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Autor:
El cigarro de José Agustín (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 15 de enero de 2010 a las 05:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 183
- Usuario favorito de este poema: Libra *M*.
Offline)
Comentarios4
Viste que tengo razón cuando digo que es posible el amor eterno?
Y me miran extrañados.
Beso eterno.
yo, ya lo sé y así lo creo, listilla.
miran extrañados tus razones, que a ellos/as les suena a dialecto del mandarín.
beso de vuelta.
No sirve la matemáticas más que para llegar al lógico conocimiento del 1+1=2
Hay 6 comentarios más
Muy buebo tu versar.
Gusto leerte
un abrazo
jorge gs
Gracias Jorge, es todo un placer.
abrazo de vuelta.
El amor nunca mira el reloj.... Puedo garantizartelo!!!
Petonets,
Libra *M*
Yo es que imagino un amor, intemporal y sin espacio.
Tratándose de amor, lo del reloj....
Petons per a tú també.
Bueno, yo pienso que el amor de pareja, más que continuar o acabar...muta.
Aunque, a veces tambien acaba.
Un saludo amigo, lástima que no sea mi vecino para pedirle un cigarro cuando me quedo sin tabaco, jaja...
Aries
Este del que te hablo en concreto, no acabó nunca.
mi tabaco ,es tu tabaco.
abrazo
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