Te tuve en mis brazos una noche
bebiendo de tus labios con amor
el amor que me ofrecías,
y yo te tome para que seas mía
sabiendo que tu corazón ajeno
de mis manos me lo arrancarían
………..al fin y al cabo no eras mía.
Hoy solo me queda el perfume de tu cuerpo
Impregnado en el mí
y lo que me tiene como aquella noche
a mi corazón a mil por hora.
Mi corazón te esperará toda la vida
para ofrecer su vida a ese tu amor con dueño
y así no me lleve la sombra de la muerte,
sino entre sus alas aquella paloma,
que una noche en mis brazos se quedo dormida.
Comentarios2
Muy grata la lectura de tus geniales letras de amor amigo Elisalde
Saludos de afecto y amistad
Críspulo el Hombre de la Rosa
la pasión que emergen de tus versos es excepcional.
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