Carta a una des-conocida...*

PETALOS DE NOCHE


AVISO DE AUSENCIA DE PETALOS DE NOCHE
Sangre oxidada...]

 

 

 

... he pasado mis huellas en luto, mendigando flores sobre el cordón umbilical penetrando el vientre verde que se adentra la sonajera profunda y hambrienta -soñando contigo a deshoras- penetrando el sentimiento de mi voz, cuando sé que me escuchas, en la dimensión que mueres, dejando bajita mi voz acudiendo a tus latidos invisibles...,

sé que me piensas cuando eyaculó tu recuerdo en la retina profunda de las calles atestadas de huellas, un tatuaje deja nacer sus flores,  de esas flores que mendigan mis bolsillos y quiero dejarte dentro..., 

quizás en Plaza Italia ver como se cruzan los sonidos, alejarme con el bullicio y aferrarme con las ruinas de pasadizos confundidos por galerías de humanos con cabezas de sueños y rutinas..., 

mirar a lo lejos ruinas metálicas atropellando la mirada de un gigante de tierra que se hunde en la contaminación [agresión del ser humano] por albergar todos los granitos del mañana, sobre colonias profundas y puntiagudas al verso libre del cielo...,  

¡Ay pobre de mi cielo escrito en cenizas! 
aún estancado en el pantano de una lluvia que se pudre en el ocaso..., 

ni siquiera lo lejano es escarlata ni se parece al crepúsculo, el sol cierra sus ojos, y la sangre pareciera oxidarse junto a los cantos gregorianos del tiempo..., 

Santiago casi anocheciendo tiene su arte y magia, por el pulmón verde del Parque Forestal nacen las enredaderas humanas, de carne y verbo se arropan del tacto somnoliento..., 

y de pequeñas semillas brota el humo [la esencia del libertinaje] 
brota locura, catarsis brota..., como también viajeros que intentan borrar el hastió marchito de un pulmón coloreándose de gris-carne...,
 
... las luces florecen por la noche...,

es ocre la vela encendida cuando las sombras despiertan de sus muertes
y como fantasmas extienden la timidez de la naturaleza muerta, sobre asientos vacíos se estampa la melancolía de la nostalgia...,

sobre pedazos de tierra nacen vagabundos; rellenándose el hambre con papeles y cartones,
junto a sus guardianes se dejan lamer por el humilde frío...,

cruzando la avenida de los espejos..., se orilla un brazo estrecho y liquido,
donde caen los caídos entre las luces desteñidas..., de un corazón que late intermitente cuando muere, agonizando cuando abre su plano cardíaco de tráfico, el lenguaje de la contaminación extensa de caminos tatuados de sombras...,

... Entre Mapocho y San Antonio, entre Recoleta, está el corazón de los bolsillos llenos y también vacíos...,

no sé por qué La ciudad gris me trae nostalgia, y en el mismo verso melancolía,
estoy casi en el Centro, entre la vena sanguínea de un Santiago hecho cenizas;

entre el corazón perdido..., entre la pérdida más profunda...,
entre las lágrimas puntiagudas..., entre la división de los latidos...,
entre un plano fragmentado por la sociedad...,

ya no quiero hablar de Santiago..., ya no quiero dejar que me fume la ciudad gris...,

quiero hablar de ti..., de ti amor...,
quiero mostrarte la ciudad donde muero cada día; donde amanezco buscando los detalles que me llevan a anclarme cada día más..., en esta ciudad que no es ni mía...,

sobre todo maravillarme por La Cordillera..., que alegra mis muertes y también mi vida...,
tan extensa, ta interminable -tan deprimente-
tan lejana y distante..., tan perfecta que es enlace íntimo con el frío que siento...,
cuando mi alma deambula por las calles que siempre están llenas de carne
pero siempre siento vacías...,

será que las demás personas no existen..., pero..., sí estuvieras al lado mío
                                                                                 me aterraría..., 
                                     me daría cuenta que hay montañas de personas
y venas con miles de verbos..., flujos de rojo-cobre que no terminan...,
                                                          viajan directo al corazón
para repartirse sobre los engranes de las extremidades
que le dan vida a esta ciudad escrita con murallas en sus bordes...,

... diafragma envoltorio de un dulce a ratos amargo y a ratos dulce..., 

de Cordillera; sea de Los Andes o sea de La Costa..., 
con la Angostura de Paine en el borde de sus labios...,
y con el Cordón de Chacabuco en su mirada interna...,

el alma sale de las chimeneas..., para entregarse al enlace con el viaje de tus prisiones internas...,

te amo y no sabes que alcance terrorífico tiene este mensaje sanguíneo
                                       sí hasta Santiago es sonámbulo de coraje...,

mis ojos se dormirán en la bruma..., que soñará verbos más que besos...,
te clavaré el alcance de mi boca..., para amarte el silencio...,

              -respiraremos-
             las velas sobre el asfalto
                       en torres líquidas
        nuestro tacto tocará el cielo
creando nuestro primer deseo hecho estrella... 



14 de Febrero... 2014...

 

  • Autor: Joel Parra (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de febrero de 2014 a las 13:01
  • Comentario del autor sobre el poema: El amor hecho prosa, los detalles mi esta ciudad no tan mía pero que siento de mi sangre, Santiago un corazón, un corazón que se funde en cenizas, de noche las sombras se llevan sus latidos entre el bullicio de la muerte, y de silencio el frío tibio de un sol levantándose de las cenizas, tan dentro de la tierra, tan dentro está el corazón, tan dentro que es como mi pecho, que ha sido agujereado por el amor, y se clava en mi corazón dejando un abismo entrelazando mi alma con el sentimiento en pleno vuelo que ella deja en mis palabras, en prosa el amor, en prosa el viaje, el viaje a tu corazón...
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 78
  • Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Maria Hodunok., Rocío V-P., lyi roseblue, Gotitha de miel (Yoki)~BAR LITERARIO.
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