Mío...

En la distancia que no disipa el viento compartido, se diluye ya mi imagen, para emerger de entre la niebla, vestida de recuerdo a la orilla de un exilio, grabándote en el alma que ya eres eternamente mío.
No hay vacío...
Me queda, el perfil de tu figura, las huellas que marcaste algún día, que caminamos juntos esta playa, el aullar de nuestros cuerpos a la complicidad de nuestra luna enamorada, la cavidad que dejas en mi abrazo y la ternura que descubrí en tu mirada.
El lado derecho de ésta cama y la habitación a obscuras donde siempre me esperabas con el deseo enfebrecido por poseerme.

No hay vacío...

Me queda, la ilusión vivida, de una historia que hoy das por concluida, con la capacidad de amarte eternamente en otros brazos que nunca más serán los míos.

El saberme poeta de tus besos, que inagotables, pintarán todos mis lienzos en la región fecunda de mi vientre que te amó, sin una excusa. Libre, sencilla y abiertamente.
Los paisajes de rumores que inundaron los oídos de los pueblos, y los amaneceres que abrazo en el vacío largamente, la constelación de amor al sur de este cielo, marea de pasión y desenfreno, que retando está, una vez al olvido.

No hay vacío...

Me quedo, con estas lineas que amante hoy escribo, en la carpeta del recuerdo que rotulo "Siempre Mío", en el orgasmo de saber que te he vivido, y en al adiós que tiembla, y que confirma una vez más aquél "No me equivoqué contigo". En la conciencia de que te amé como ninguna, en el canto de un hermoso idilio que construimos, a base de locuras en el rincón del alma en que te anidas y en la consumación del anhelo inconfesable del pecado de llamarte, "Eternamente Mío" entre versos y palabras que reposaban en nuestras ropas que por el suelo esparcimos, en la distancia que no disipa un viento compartido, en aquella niebla de donde emerge mi imagen vestida de recuerdo y que en silencio grita... "Mío"

Tizzia Holwin
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México