Ya al Ocaso

makmma

Ya al ocaso. A la sombra de un coro de albas nubes,
Con afligida melancolía; observando con ternura mi compungido corazón.
Un rápido despliegue de ironía en la brisa que susurra su nombre,
Que acaricia mi cabello secando mi agobio.
Ya el sendero se va haciendo corto y volverme
¡No, no! ya no puedo.
Mis ojos fijos, y a cada paso siento esfumarse mi corazón.
Como la bruma al sol..., olvidándome.
Mi triste compañera, ¿será que nunca me dejarás? Dime una razón
de no olvidarme, ¡oh soledad!.
Feroz y fiel consumes lo que hay en mi, como el hambriento león a su presa,
Regocijate hoy que ya no tengo aliento, solo déjame un solo soplo de hálito.
Ella aún está en mí, pero yo, ya no estoy en ella, esa luz que encendía su mirada,
se volvió oscura y murió por otras pasiones.
Largo es el camino y la noche a comenzado su reinado, volverme
¡No, no! ya no puedo.
¡Desde este final y en adelante, seguramente te seguiré amando como las flores al rocío, como la vida al aire, como yo a ti!
¡Hoy, Soledad!, no me dejes, cruel pero fiel, ayúdame a encontrar mi estrella en el infinito vació de mi nostalgia.

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  • Autor: Makmma (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de enero de 2014 a las 13:45
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 28
  • Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Ayelén.
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Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Hermosa la lectura de tu genial poema amigo Makmma
    Saludos de Críspulo

    • makmma

      Gracias mi querido "Hombre de la Rosa", viniendo de ti es todo un honor.



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