El maestro y el Visitante.

ldeluis

Maestro y discípulos están reunidos en el templo, a dar la bienvenida a otro maestro que estaría de paso por dos días.

Uno de los discípulos reconoce al nuevo huésped maestro y es reconocido igualmente por éste. Se saludan afectuosamente.

El huésped maestro entonces le dice: —No tenía idea de encontrarte aquí y me alegro volver a verte.  —Sí estoy aquí y mi maestro está conmigo, te lo voy a presentar. —contesta el discípulo.

Hechas las presentaciones, los dos maestros salen a charlar amistosamente, pero el huésped maestro no puede contenerse y le comenta al maestro:

—Querido maestro, creo que no deberías permitir ese tipo de cosa de tus discípulos.

Extrañado, el maestro indaga: —Qué tipo de cosas?

—Que tu discípulo haya dicho que tú estabas con él, cuando en realidad es el discípulo que está con el maestro. Siempre el discípulo debe seguir al maestro. —concluye el huésped maestro.

—Querido amigo y huésped maestro, cuando hay conexión entre dos corazones no hay diferencia entre ellos. Un corazón va donde el otro va, sin orden de llegada, porque llegan al mismo tiempo y al mismo lugar. Han bebido de la misma fuente y del mismo amor. Él me ama como yo soy y yo le amo como él es.

»Cuando amas a alguien, estás dispuesto a perderlo todo, incluso a ti mismo.

»La verdadera belleza surge de que puedas perderlo todo y seguir siendo quién eres.

»Yo sigo siendo quien soy y él sigue siendo quien es.

»Ahora, si te importa que tus expectativas sean alcanzadas, si te importa quién le sigue a quien, tu corazón solo estará conectado en la medida que esto alcance tus expectativas, que tu ego reciba estas caricias. Y estarás juzgando. Con eso solo conseguirás que  —en vez de que te sigan, se sentirán arrastrados hacia tu oscuridad.

—Vamos a meditar un poco, querido huésped maestro, porque creo que lo necesitas. —dijo el maestro encerrando la charla.

 

  • Autor: Luigi (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 10 de enero de 2014 a las 05:23
  • Comentario del autor sobre el poema: Cuando enciendes la llama del Ego, apagas la del amor y, paradójicamente, entras en la oscuridad. Sin embargo, la llama del amor puede destruir la oscuridad, pero la oscuridad no puede destruir tu Luz. Se consciente de ello y aplícalo. Que así sea! © jose luis iglesias ros
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 14
  • Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Ayelén.
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Comentarios4

  • kavanarudén

    "Cuando amas a alguien, estás dispuesto a perderlo todo, incluso a ti mismo. La verdadera belleza surge de que puedas perderlo todo y seguir siento quien eres. Yo sigo siendo quien soy y él sigue siendo quien es"
    Soy pedagogo y me encanta la pedagogia, es mi fuente, es mi vocaciòn, esta frase que has escrito es pedagogía pura. Si sé quien soy no tengo temor a perderme, a relacionarme, confrontarme.
    La regla de oro que he aprendido, que se puede aplicar a la pedagogia, pero también a todo es: la primera cosa y es lo que realmente enseña es lo que el maestro "es", lo segundo, es lo que el maestro "hace" y por ùltimo lo que el maestro "dice". Generalmente hacemos lo contrario, sobre todo decimos algo y somos otra cosa. A nadie engañamos sino a nosotros mismos.
    Una gran verdad has escrito.
    Un fuerte abrazo mi querido amigo.

    Kavi

  • bambam

    Hermosa reflexión amigo ideluis, debemos enseñar con el ejemplo y con sencillez
    fuerte abrazo
    bambam

    • ldeluis

      Querido amigo Bambam, todo lo que se expone alcanza la hermosura cuando en verdad se usa de hermosura para exponerlo, como lo has hecho tú.
      Muchas gracias y un abrazo!

      Luigi

    • ldeluis

      Querido amigo Omar, gracias por dar un sentido más profundo a esta "parábola", que la "coherencia" del que uno vive y piensa es lo que va a transmitir, de ahí, nadie siente ese engaño.
      Un gran abrazo!

      Luigi

    • El Hombre de la Rosa

      Muy grata la lectura de tus bellas letras estimado amigo Ideluis
      Saludos de amistad y afecto
      Críspulo Cortés Cortés
      El Hombre de la Rosa

      • ldeluis

        Mi querido amigo Crispulo, muchas gracias!!!
        un abrazo a Torrelavega que no sería nada si no estuvieras tú.

        Luigi



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