Mi amada Ly

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Mi amada Ly

            Como quisiera poder detener el tiempo y que cada segundo se convierta en un espacio tan amplio que me permita perder mi mirada en tus hermosos ojos, regocijarme con aquella sonrisa que te hace ver más dulce y poder recorrer mis dedos sobre cada parte de tu bello rostro procurando llegar hasta tu alma, aquel hermoso lugar en donde se aloja la esencia de nuestros sentimientos, aquel lugar que gobierna nuestras emociones y nos hace ser como realmente somos.

            Hoy puedo decir con mucho orgullo que sé lo que significa amar de verdad, gracias a que el creador se le ocurrió un día, la brillante idea de ponerte en mi camino hace mucho tiempo atrás, ubicándote en una carpeta en un colegio de una zona que nos vio crecer y que vio la luz de las primeras explosiones de amor que en aquel momento la inocencia de mi edad no sabía cómo interpretar.

            Tuvieron que pasar muchos veranos y muchos inviernos para que la vida se encargara nuevamente de ponernos en contacto, cada quien con un andar, con una vivencia que formaba parte de nuestros pasos por este mundo que tiene mucho más sentido cada vez que tengo la dicha de poder estar cerca de ti.

            Hace poco más de dos años me armé de valor y pude decirte lo que siempre sentí por ti y que nunca me atreví a decirte, pude expresarte aquello que pasaba por mis pensamientos y por todo mi ser cada vez que mi memoria evocaba tu presencia y todo tu ser. Fue maravilloso transmitirte todo ello y hubo cosas que no sabías pero sé que las mantendrás allí en tu alma, aquel hermoso lugar que estoy seguro guarda más de un momento feliz que el destino ha permitido que podamos vivir.

            Como olvidar nuestras permanentes comunicaciones vía correo y mensajes a diferentes horas del día, que siempre nos dejaba con ganas de saber cada vez más uno del otro. Cómo olvidar tu primer cumpleaños en el que se dieron una serie de detalles que espero que permanezcan en el escaparate de tu alma.

            Recuerdas las veces en que nos reuníamos en aquel lugar llamados “las towers”, lugar que fue un mudo testigo de muchas de las caricias que nos prodigamos. Quizás recuerdes aquellas veces que nos veíamos en tu hora de refrigerio y, como te dije, era un regocijo para mi alma el poder ver tanta belleza a plena luz del día.

            Quizás recuerdes, las veces en las que fuimos al cine, daba lo mismo la película que veíamos, para mí lo más importante era saberte a mi lado, sentada junto a mí, rozando nuestras manos que aún en la oscuridad de la película le daba el toque de felicidad intenso a todo lo que nos pasaba.

            Estuve cerca cuando decidiste colocar un lugar de trabajo más independiente y fue maravilloso estar ahí junto a ti y ver las ganas que le echabas para que todo vaya bien. Algunas ideas se tejieron alrededor de ello y espero que hayan sido de utilidad.

            Creo que tampoco podrás olvidar aquellos lugares lejanos que pudimos ir, tanto dentro como fuera de nuestro territorio, momentos en los que parecíamos dos adolescentes de aquella época del colegio y que sólo pensábamos en darnos toda la felicidad del mundo. Creo que no nos guardamos nada y eso es parte de toda esta felicidad que cruza por mi mente cada vez que veo tu nombre pasear por mis pensamientos.

            También hubieron momentos difíciles de ambos lados pues la vida se encargó de hacernos sentir terribles cuando sabíamos que había alguien más con nosotros que no se merecía el mayor daño de parte nuestra, pero sin querer nos vimos obligados a producirles y producirnos heridas profundas que formaron parte de todos este proceso de amarnos.

            Cuántas caricias entregadas, cuántos besos intercambiados, cuántos abrazos que parecían ser los últimos, nos han dado vida nos han hecho libres. Cómo no recordar aquellos lugares que fueron testigos vivos de toda aquella entrega y pasión desenfrenada que producía en nosotros cada vez que tocábamos el cielo con nuestras manos y nuestras almas.

            ¿Quién sabe de todo esto que nos viene pasando? Quizás sólo lo sabemos tú y yo, pero somos los suficientes, los más interesados, los que hemos vividos, los que nos amamos. Quizás más de uno lo lea hoy y pueda sentirse identificado con alguna parte de nuestra historia y lo que quiero que sepa es que eres aquella niña linda que un día muy lejano conocí y que hoy se ha convertido en la razón de cada latido de mi corazón. Fue aquella gotita de tu amor que generó todo este océano de sentimientos en el que deliciosamente me hundo.

            Está por empezar un nuevo año, seguramente muchas cosas pasarán, sin embargo, lo que si es claro es que te amé, te amo y, no tengo ninguna duda que, te amaré hasta que toda energía del universo se desvanezca.

            Mi lynda bb, como suelo llamarte, quiero que comprendas que vives en mí y que no hay mayor felicidad en este mundo que poder sentirte muy dentro de mí, cada día de mi vida. Todo esto suele suceder en un segundo, ahora imagina ¡un minuto o una hora pensando en ti!

Espero que pueda colocar una pequeña sonrisa en aquel hermoso rostro que mis labios recorrieron incontablemente y que tú, sólo tú, lo comprende a cabalidad.

            Desde siempre y para siempre, con todo el amor del mundo.

            HH, siempre tuyo.

  • Autor: lyhh (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de diciembre de 2013 a las 13:12
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 97
  • Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
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Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Hermosa la lectura de tu genial prosa literaria amigo Lyhh
    Saludos de amistad y afecto
    Feliz año nuevo 2014
    Críspulo el de la Rosa



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