Yo quiero mis cenizas dormidas
al pie de un mango naciente,
para seguir alimentando
la sonrisa de un niño desnudo.
Yo quiero mis dos sandalias,
una en Los Andes y otra en el Caribe,
para seguir andando y desandando caminos y vientos
Mis sayas se las dan
a cuanta muchacha pase,
para seguir calentando la piel de una mujer.
Mis poemas los queman conmigo,
para que otros los vuelvan a escribir.
Mis sueños encriptados
se los entregan a mis hijos,
ellos sabrán que hacer,
que me perdonen esa carga,
nada más valioso tengo.
A la risa que siempre me acompañó,
le dejo mi paz,
me llevo un resquicio del sol durmiente
y un pedacito de verdad.
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Autor:
La Pared del Barrio (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2013 a las 17:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, El Hombre de la Rosa.
Comentarios2
Querido hermano y coterráneo, un hermoso poema has escrito. Lleno de fuerza, profundidad, creatividad, nostalgia.... Un placer leerte. Realmente pura inspiración y musa.
Un fuerte abrazo de sincera amistad.
Kavanarudén (Kavi)
Una hermosa y gratificante manera de escribir poesía amigo La Pared del Barrio
Un grato placer leerte...
Críspulo el de la Rosa...
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