EL CRUCERO DEL PLACER

Bienvenidos al barco del querer
en el cual no os hará falta equipaje
deseando que tengan buen relaje
os espera un periplo de placer.

Vayan subiendo, habrá guapo donjuán
grandes fiestas y eterna poesía
donando grata paz por parte mía
del cual soy promotor y capitán.

Cada poeta elija un camarote,
a punto está el crucero de zarpar
tomando por destino un viejo islote,

esperando tener buen navegar
manteniendo seguro siempre a flote
al poeta y poetisa en el mar.

DAMAS

Se precisan marineras
para viaje de placer
no teniendo más que hacer
que sentirse placenteras.
Sin tener que ser austeras
saboreando en su piel,
sabios besos, dulce miel,
de varones entregados
a cuerpos bien atusados
con esencias de clavel.

Con visitas a cubierta
cada cual su camarote
atendido por machote
que la tenga bien despierta.
Con sentidos en alerta
atrapando su latido
siendo dueño del gemido
escapado de su copa
y esparcidos en la popa
a cuyo eco se ha fundido.

Se va llenando el salón,
la música ha comenzado
siendo un pianista avezado
el que anima la sesión.
Con boleros de pasión
atrayendo marineras
hermosas y pintureras
al danzado de sus sones
inundando corazones
de canciones de otras eras.

Ya tocan buenos masajes
a los claros de la luna
que sabe más que ninguna
en cuestiones de abordajes.
Acompañando en sus viajes
a mareas dando embrujo
balancean sin tapujo
a danzantes de la noche
saludando y dando broche
a un periplo de gran lujo.

CABALLEROS

Para nueva singladura
son precisos marineros
serán premios sin dineros
pero sí grata ventura.
Se advierte buena aventura
mismo progresan las millas
percibiendo maravillas
en islotes esmeraldas
atestados de guirnaldas
al frescor de sus orillas.

Ya navega en buenos vientos
que le vienen de un paisaje
visto tras un oleaje
ideado solo en cuentos.
Acabados los tormentos
de un periplo ilusionado
aclamando el deseado
una grata recibida
tras la alegría cumplida
de un crucero tan soñado.

Ya les miran a lo lejos
sus talles estilizados
por arenas bien dorados
y sus caras siendo espejos.
Se preparan mil festejos
en vergeles tan divinos
únicos y tan genuinos
que se prestan al antojo
buscando el suave remojo
en los brazos de marinos.

Siendo noche las hogueras
forman parte de la vista
sin nadie que se resista
al regusto de almas fieras.
En cabañas de maderas
se desprenden del rigor
revistiendo de sudor
sus deseos enlazados
al calor de besos dados
en caricias sin pudor.

GAVASE

(foto de la red)