Dos sonetos sobre la crucifixión

Juan de Marsilio




I

Clavados en tres cruces tres pingajos, 
tres cuerpos rotos, archidoloridos, 
por defender los últimos latidos 
gastan en resollar arduos trabajos.

Se resisten a darse por concluidos 
tres trayectos, tres nombres, tres legajos, 
tres tristes colecciones de altibajos 
- o acaso dos - pero ya están perdidos.

Uno dice palabras con veneno. 
Otro sale en defensa de un sufriente 
y suplica que luego se lo admita 

en cierto reino. El de los tres más bueno 
lo admite a reino que tal vez invente 
y sonríe, con lástima infinita

 

 

II

 

 

Pertenecen al campo de lo cierto 
el buen ladrón y el malo y el sufriente 
del madero del centro que, imponente, 
comenzara a reinar ya casi muerto.

Ciertos desde esa fecha hasta el presente 
el reino que al ladrón le fuera abierto 
y el perdón que a los hombres ha cubierto 
por la Gracia del Padre Omnipotente.

Pero creo, también, que hay en lo humano 
de por sí tal bondad que no hallaría 
de dudar que mintiera un moribundo 

y agonizando al lado de un hermano 
- por aliviarle un poco la agonía- 
lo admitiera en un reino de otro mundo.

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Comentarios2

  • El Hombre de la Rosa

    Apasionante trabajo poético que borda las estrofas de tus hermosas letras amigo Juan de Marsilio
    Un abrazo sincero de amistad navideña...
    Críspulo el Hombre de la Rosa

  • Juan de Marsilio

    A ambos gracias.



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