Me quedo dormida
con la esperanza
de que una llamada tuya,
me dijera que estoy equivocada,
pero me quedé sola
cuando te quité la máscara.
Tus falsas palabras
me transportan a mis penas,
cómo encontrar el camino
para liberarme de ellas.
Mis pensamientos
martillean mis sentidos
cada noche es un gran desafío.
Me quería convencer,
cuando el teléfono sonó
que llamabas por amor,
pero extraña era tu voz.
Que amarga la desesperanza,
cuando traicionan el corazón
que se entrega sin medida,
sin ninguna condición.
Me quería convencer,
que tus palabras eran
como las del hombre,
que un día soñé amar,
pero el tono de tu voz
mi desilusión confirmó.
Cuántos quejidos de dolor
reprimidos, bloqueados,
estrujados, escondidos.
Llorar no es un consuelo,
pues de tanto que he llorado,
no me desahoga el llanto.
Sigo moviéndome
con mis pasos lentos.
Cuando camino,
sólo me puedo apoyar
en mi fría soledad.
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Autor:
Rosa Baladron Rodriguez (
Offline) - Publicado: 12 de diciembre de 2013 a las 05:54
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 34
- Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
Offline)
Comentarios3
Mucha riqueza de sentimientos en este intento de convencimiento, de rimas entrañables.
Ahora bien, al que todo espera...nunca le llega Godot.
Saludos cordiales.
Gracias Rafael, por pasar por mis letras y tu valioso comentario.
Afectuosos saludos.
Rosa.
Buena poesía mi apreciada poetisa.
Bendiciones y abrazos para ti... 🙂
Gracias Nitarcos10, por tu siempre bienvenido comentario.
Bendiciones y un abrazo de amistad para ti.
Rosa.
Muy hermoso y gratificante tu excelente poema amiga Rosa
Saludos de amistad de Críspulo
Gracias Críspulo por su valioso comentario.
Saludos de amistad de Rosa.
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