En Buena Esperanza,
en la frontera sur de los océanos,
se apagó la antorcha de una vida,
para encender el faro de la historia,
a la que perteneció siempre,
piedra en mano,
fusil en mano,
mano en el barrote,
mano en las manos de un pueblo sediento de justicia.
En los cantos de la tierra primigenia,
en los valles que parieron la humanidad,
en la eterna distancia de los nómadas,
desde la selva herida al desierto caminante
en el canto ancestral del Xhosa;
Si la conciencia tiene piel,
si lautopía tiene sangre,
si la rebeldía respira,
su nombre es para siempre
Mandela.
- Autor: La Pared del Barrio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de diciembre de 2013 a las 14:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, wicttor.
Comentarios3
Una genialidad tu preciada poesía amigo Joel
Un placer leerla...
Saludos de amistad y afecto
Críspulo el de la Rosa
Magnifico homenaje a tan admirable figura!
Un abrazo!
Rocio
Excelente homenaje
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