Re-Acción - Cuento

ldeluis

Era un sábado cualquiera cercano a las navidades. Había un hombre que caminaba por la calle, paseando a sus perros a cierta hora de la noche.

Mientras caminaba por esa calle, avistó a lo lejos, algo que relucía, -y que le llamó la atención- a pesar de la oscuridad de la noche. Al acercarse observó que era una cartera, más precisamente un monedero femenino. Con un leve toque de la punta de los pies notó que no se trataba de que la hubieran tirado, como deshecho, sino que, a ese tacto, parecía haber sido objeto de pérdida. Se agachó y la cogió. Tenía muy buen aspecto, dorada, —parece de marca— pensó el hombre.

Se dispone a abrirla con la intención de comprobar si hay algún dato que pueda identificar al propietario, y si realmente había sido perdida o era un objeto inservible.

—Ha sido perdida— concluyó el hombre, al ver en su interior que contenía varias tarjetas de crédito, algunos centenares de euros y otros tantos en dólares americanos — la dueña de esta cartera debe ser extranjera— pensó, y alguna tarjeta de una conocida cadena de distribución. También estaba el DNI y al ver los datos de éste, comprobó su pensamiento: era extranjera.

Pero ninguna otra identificación que pudiera dar con su paradero, como una dirección, un correo o un teléfono móvil.

Mientras todo esto ocurría, le sobrevino a la mente un pensamiento: “las navidades se acercan, mis recursos son escasos y me gustaría regalar algo a alguien que está en mi vida y que es especial, -hay aquí suficiente dinero para esto-”.

Sin embargo era un hombre de principios firmes, si hiciera de quedarse su contenido, sería lo mismo que robar. Estaba en el inicio de crear un Karma negativo en su vida, con aquél pensamiento había cogido de la funda de los Karmas una flecha –que es el karma-, había tensado su arco y listo para disparar. Si la hubiera disparado, nada más hubiera podido pararla: se hubiera generado el Karma.  

—No!— Afirmó interiormente el hombre.

Destensó el arco y repuso la flecha en su funda: la sensatez se antepuso a la necesidad –el Karma no se había creado.

El hombre sintió un gran alivio interior lo que le reafirmó que su conducta era la correcta. Guardó la cartera y siguió camino a casa, -ya libre de pensamientos- envuelto en plena satisfacción pero, con el problema de encontrar el dueño de la cartera.

Llamó a la policía y acudieron a recogerla. Luego de la policía haber podido encontrar la dueña, le llaman para agradecer y transmitir la gratitud de aquella.

Pasados dos días, el hombre acudió a hacer compras en un centro comercial, un tanto desanimado porque quería poder comprar algún regalo pero no podía permitírselo, definitivamente no.

Luego de haber aparcado el coche, al bajar de él, observó algo en el suelo, justamente a su lado, y brillaba. Se agachó para recoger.

—Una pulsera de plata con olivinos, preciosa— pensó el hombre. Sigue observando y descubre el por qué de encontrársela: el cierre no está bien.  —Por eso la han perdido— terminó pensando.

Un tanto desconcertado por el hallazgo, mira en todas las direcciones, pero no ve a nadie, solo algunos coches aparcados. Él sabe que no estaría bien quedárselo, pero no hay forma de encontrar al dueño. Espera un buen rato pero no le queda más remedio que marcharse. En el camino a casa le asalta un breve pensamiento: “ya tengo el regalo de quería para mi persona especial”, y en su cara se diseña la gran felicidad…

 

Sin saberlo, dos días antes, cuando devolvió aquella cartera a su dueña, acabó, inconscientemente, generando un Karma positivo. Los Karmas se cumplen en ésta misma vida o en otras -si son muy complexos.  El objeto de su deseo no estaba centrado en su satisfacción personal, sino de regalar, de dar, sin esperar nada a cambio. El universo conoce nuestro interior más que nosotros mismos…

  • Autor: Luigi (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de diciembre de 2013 a las 05:50
  • Comentario del autor sobre el poema: Se le puede llamar de muchas formas: Cadena de favores, Efecto mariposa, Boomerang, pero yo lo llamo simplemente: Re-Acción. El universo te lo dará, solo y cuando dejes de querer, de exigir –para tu propio beneficio. No rompas la energía del universo, ella solo quiere fluir, mientras está fluyendo, está creciendo, expandiendo y la inercia se encargará del resto… Que así sea! © jose luis iglesias ros
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 40
  • Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
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Comentarios3

  • El Hombre de la Rosa

    Una genialidad tu preciada prosa amigo Ideluis
    Un placer leerla...
    Saludos de amistad y afecto
    Críspulo el de la Rosa

  • la negra rodriguez

    para meditarlo y relfrxionalro amigo gran relato
    besos.

  • ldeluis

    Gracias a todos los amigos por la demostración de afecto contenida en vuestras palabras.
    Saludos y abrazos!

    Luigi



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