De espaldas a la calle,
me lees el diario de tus días
y yo solo deseo, ser al menos,
la nota marginal de un capítulo futuro.
De espaldas a la calle,
en una mesa con mil historias,
habitada por el fantasma humeante de las tazas matutinas,
de espectros de botellas huérfanas al filo del alba,
de sombras de copas rotas
como los corazones que las quebraron,
allí, en medio de una multitud sórdida,
mis dedos se quieren escapar de mis manos,
para escalar poro a poro tu brazo,
para alcanzar las sinuosidades de la tinta que hizo patria en tu espalda.
Abonar tus raíces,
oler tu primavera morena,
es el desespero de mis insomnios.
Arráncame las lágrimas sin miedo,
yo aprendí, ya no sangro,
ya no temo a los finales,
para que algo termine
debe comenzar primero,
comienza...
Te espero en la misma mesa,
dibujando tu boca como Cortazar,
a espaldas de la calle.
- Autor: La Pared del Barrio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de diciembre de 2013 a las 16:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 70
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