Paloma viajera

ULISES CAPELO

Caminante como es mi mente
los inojos invadieron mi alma,
al regar mis húmedas miradas al cielo,
una paloma errante en vuelo
decidió contemplar mi dolor:
ilusiones que se hunden en olvidos,
angustias que suplantan al amor.
 
La paloma en vuelo dulce
suspendió su trayectoria
y corta fue su memoria
para recordar su largo cruce.
 
Descendió en aleteo lento
para posarse muy cerca a mí,
mansa entre mis manos la cogí,
mas su corazón latía violento.
 
Su pálpito con el mío confundido,
todo apuntaba a similar realidad,
ella latía queriendo amar,
yo por una mujer vencido.
 
Meneando su cabecita fina
gorjeaba, contándome su historia;
- el día se desgaja en horas,
mi pecho en vida - decía.
 
- Voy en busca de nuevas brisas,
donde sé, me espera un amor,
uno puro, de noble corazón
que me guía lejano con sus energías -.
 
Su belleza hablaba que era del sur,
como las de su especie... emigrante;
por supervivencia... solitaria errante
en la inmensa sábana de tul.
 
Reina de los cielos y del viento
la miraba con celo en su finura,
su reino se extiende desde la lejura
hasta donde conquiste su pecho.
 
- Que por qué recorro tanto..?
te preguntarás incierto - dijo
- el amor es como un buen injerto
que brota al unir fieles palos.
 
Pues todos nacimos para uno
la mitad de nuestro ser incompleto,
con ella los logros son perfectos
y más eternos los segundos -.
 
Su blanco plumaje se mecía,
el viento se movía a prisa,
lentamente desdibujaba su sonrisa
el sol, al que la tarde despedía.
 
Pero era imperativo para la paloma
avanzar en su largo camino,
mas olvidóse de momento repentino
que le faltaba volar horas y horas.
 
Entonces sentí en mis manos
el calor de fiel compañera,
como aquel de amante mañanera
que entiende el sacrificio de su amado.
 
Me acerqué a la fuente del jardín,
y en mi mano acuné un sorbo de agua,
la paloma bebió en agradecida calma;
paró su sed, no así su forma de latir.
 
Sus miradas me explicaban
nuevamente su situación;
comprensivo la apoyé a mi corazón
mientras a la casa entraba.
 
Mas no pude resistir
la tentación de contarle
el sentimiento del que hago alarde
y la angustia por quererlo vivir.
 
- Estoy muy enamorado
de la mujer de mis sueños,
por nadie más hago empeño;
a ella estoy condenado -.
 
La circunstancia era crucial para mí,
pues sentía la necesidad racional
de confiar mi amor a la par
con quien también había confiado en mí.
 
Así sin más ni más mi corazón
habló por todo cuanto sentía,
desde la noche de insomnio, hasta el día
en que mi ser al verla saltó.
 
- Aunque parezca generalizar
diré que fue cierto;
me atrapó en un momento
con su mirada de luz matinal.
 
Pasaron muchos días
en que intenté acercarme a ella,
mis palabras dirigía a las estrellas
pues de lo deseado... nada ocurría -.
 
Entonces mi alma temblorosa e infante
de momento se volvió cazadora,
no quería soltar a la paloma
hasta acabar mi loco cante.
 
Y prosiguió mi confesión
desatinada por sus cortes,
por los suspiros enormes
que brotaban de mi interior.
 
- Intenté escribirle un poema,
mas ni eso siquiera podía,
tanta era la emoción que sentía
que se confundía con la tristeza.
 
De repente parecía empezar
a hacerse realidad el gran sueño,
por momentos me sentía su dueño
al juntos caminar y hablar -.
 
La atención de su mirada y oído
centróse en mis palabras locas,
mis caricias la cubrían toda
lo que conmigo el amor no había podido.
 
Y al igual que empuñar una pluma
para escribir una corta poesía,
fue tenerla en mis manos dormida
porque siguieron mis confesiones una a una.
 
- Una noche de inspiración
las palabras fluyeron con rima,
se tituló la "carta porfía"
aquel sentimiento en oración.
 
Le entregué con ilusión el poema,
y en asombro le arranqué una sonrisa,
entablamos una cita a prisa
y me alejé con una dicha ajena -.
 
No dormí pensando en mañana,
le escribí un segundo poema,
"mi pedido de amor" a ti risueña
titulé la apertura de mi campaña.
 
Con cánticos desperté al día;
se festejaba al amor y a la amistad;
ansioso veía las horas pasar
pues todo resultaba... al menos parecía.
 
Y como arreciar contra mí el viento
mi semblante desdibujó su alegría,
eran tiempos duros los que vivía
en ese entonces, y que seguían en mi cuento.
 
Por lo que tocaba darle otro matiz
no tan alegre ni demasiado dolido,
sincero aunque con sueños heridos
que al final por todo hoy me siento feliz.
 
- Pero de pronto quedó trunco
el gran sueño de abrazarla,
de besarla y de amarla;
todo se volvió oscuro.
 
Me sentí burlado cual niño
engañan con falsas promesas,
hice mías la furia y la tristeza
porque nunca eso había vivido.
 
Fue la pauta para ignorarnos,
sin conocer quien había fallado,
si fue ella o yo el errado,
ya que el capricho decidió separarnos.
 
Y no por mucho tiempo pude
contener las iras y el enojo,
el odio se hizo amor poco a poco;
pero era tarde, ...sólo mi pecho sufre.
 
Pasó más de un año cruel
de fallidos intentos por verla,
en mi mente se convertía en perla
inalcanzable para un modesto ser -.
 
Las horas caían lentamente,
los ruidos empezaban a parar,
para la paloma era preciso volar
pero mi celo la apretaba fuertemente.
 
Para mí dejarla ir era un desconsuelo
como la felicidad corta de mis años,
igual que el agua que se va entre las manos
para acabar en nada en el suelo.
 
A lo que no opuso resistencia,
mas yo maldito aprisionándola,
mi pecho era el que hablaba,
yo sólo pedía clemencia.
 
- Clemencia pido al cielo;
cómo es posible que de esta forma
muera el sentimiento que ahora
vuela más que el mismo viento.
 
Y es que la buscaba entre la gente,
mas la tenía sólo en versos,
en tantos que hasta ahora suelo hacerlos
sin pensar ni soñar diferente.
 
Porque la resignación no cabía
en mi corazón de sinceridad grande,
sólo había lugar para amor aunque distante
que con esperanzas se acercaba cada día -.
 
La llevé entre mil confesiones de mi vida
hasta el cuarto donde desnudo mi alma
y reposándonos juntos sobre la cama
cerraba sus ojos cual una niña.
 
Cual inocente perdida entre las sombras
de la tarde que cubre la habitación
donde con amor va a ser amada sin traición
por su hombre que quiere hacerla esposa.
 
Fue cuando tomé del velador
que junto a mi cama estaba,
un pequeño diario que aguantaba
todo lo que sentía este soñador
 
Numerosos poemas que aún sin rima
daban cuenta de mi desvelo,
de mis sufrimientos y anhelos
hasta de mis frecuentes iras.
 
- "Palabras silentes" dirigidas
a una "mujer de ensueños" que quiero,
que lleva "los ojos a los que vuelvo"
en una "noche mágica que no es mía".
 
Pero "son tan largos para mí los días"
y "sin figura" sigo "atrapando tu imagen",
porque "bella" yo te veo como un ángel,
más aún "porque quiero hacerte mía".
 
Y aunque el "amor es un desacierto"
sigo "buscando el cielo" y una "amistad sincera...",
"mas sé que ahora estar contigo sólo quisiera"
a pesar de hechar por ti "palabras al viento" -.
 
Puse mi confesario sobre ella
y su corazón parecía detenerse
entre suspiros que iban a perderse
en medio de recuerdos que fluían por aquella.
 
Y como queriendo detener mi historia
levantóse y caminó por el cuarto;
- estoy buscando mi amor... harto,
pero no es frágil mi memoria.
 
No olvidaré lo que la vida me enseña,
ni las frases de amantes en silencio:
todo es una herencia de milenios
dejada por un Dios que nos tiene paciencia.
 
Y si para el cielo hay una tierra,
para la luna también hay un sol;
así, para mí me espera un amor,
también para ti habrá quien te quiera -.
 
Me preocupó su momentáneo desatino,
la noche caía ya por toda la ciudad,
pensé que ella debía descansar
y no seguir su largo camino.
 
Esquivó mi mano extendida,
- sólo quiero buscar un alivio
aunque pequeñito pero sólo mío,
pues no tengo una amiga... amiga -.
 
Comprendía que debía acabar
mi delirio por un amor loco:
- así como tu verso es corto
es el tiempo que me ve pasar.
 
Y si crees en el amor divino,
entenderán mi realidad;
la vida se hizo para amar,
los sueños para vivirlos -.
 
Entró en alboroto adentro,
no había siquiera lugar para salir,
con pena la ventana abrí
mostrando libertad y entendimiento.
 
Posóse de un breve aleteo
en la verja que da a la calle,
me miraba y como un detalle
me alegró con su gorjeo.
 
- Un día nos reuniremos
tú y ella, yo y él,
si no es en la tierra, será en el edén
por el que día a día lucharemos.
 
Amor desde mi pecho siento
y con tristeza te digo adiós,
la solución se encuentra sólo en vos
y mi recuerdo grato te dejo -.
 
Fue lo último que pude escuchar
pues emprendió vuelo sin itinerario,
su color se confundía con el ocaso
hasta que ya no la pude mirar.
 
Mi pecho se desmoronaba de a poco,
se iba quien creo me entendía,
empezaba a inundarme la melancolía,
y un mar de lágrimas llenaba mis ojos.
 
- Pero cómo encontrar en mí
la solución a mi problema,
si es demasiado el amor y pena
que lo tengo apretado en mí?
 
Pues me pierdo al yo mirarla,
y si es junto a un hombre se deshace
mi defensa, y me vuelvo un cobarde
para mirarla siquiera pasar.
 
Y no entiendo como el amor
puede quedar solamente en eso;
en ensueños y en un ansiado beso
que recorre fríamente mi temblor.
 
Ay... amor... amor que amo,
pena maldita por la cual peno;
divina morena que yo sueño,
anhelo que te esfumas en mis años.
 
Ay... amor... amor que a mis años
tempranamente empecé a amarte
en designios hechos en versos sin arte,
te llevaré por siempre en mis manos -.
 
Sin consuelo caí a la cama
soñoliento y vencido
por un amor que es sólo mío,
que ni siquiera entiende su alma.
 
Amaneció... era el día siguiente,
me había dormido temprano,
todo me parecía extraño,
un sueño lindo y elocuente.
 
Me levanté y caminé a la ventana,
el sol teñía de alegría lo azul,
de pronto me cegó los ojos una luz
que destella la dirección por donde volaba.
 
Y la mágica esperanza volvió a mí
por la paloma, un día y mi amada,
por el lugar donde podamos encontrarla
aunque ya no existamos aquí.
 
- Voy a ti mujer divina,
así el destino lo escribió,
por siempre mi ser te amó,
y para siempre serás su consentida-.
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Comentarios3

  • mariarl

    hola mi niño es un verso divino
    lleno de amor rima y de lo mas bello casi lloro mi niño
    es que me llega al alma

    • ULISES CAPELO

      gracias por tu cometario, me halaga escuchar que mis versos llegan a lo profundo de quienes los leen.
      Un abrazo

      • mariarl

        muy hermoso niño besos

      • Damian Santarossa

        Que poema! Me hizo emocionar por partes. Muy bueno, muy sentido. Es hermoso de leerlo. Gracias por ese gran poema. Saludos

      • El Hombre de la Rosa

        Un placer leer su esplendido y grato poema amigo Ulises
        Saludos de amistad
        Críspulo



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