UN RELATO SIN "DON JUAN"

En candor de Luna llena

Traigo rima y serenata,

Sin ser vate o literata

Brindo versos en la escena,

Y doy flores de azucena

De un amor que se constata,

Y en buen traje de corbata

Alborozo a mi sirena,

Formo noche de verbena,

Mientras este ser relata:

 

“Diosa cálida anhelada

De esplendores sin iguales,

Adornada en los cristales

De una rosa venerada,

Plague amor en mi mirada

Con sus luces celestiales,

Y en caricias muy vitales

Deje a un alma iluminada,

Sé que usted es la indicada

En mis cantos musicales”…

 

“Ay, buen hombre exagerado

No soy bella flor hermosa,

Y no soy mujer grandiosa

Como usted mal, me ha llamado,

Mire bien lo que ha observado

Porque no soy majestuosa,

Mas soy dama minuciosa

Al buscar enamorado,

¿No sé si le había nombrado

Que de nadie soy esposa?”

 

“Pues, tener su amor quisiera

Hasta el fin de mi existencia,

Y besarla con frecuencia

Si usted, me lo permitiera,

Mi intención es muy sincera

Y hoy le honro en su presencia,

No presumo de experiencia

Pero usted, no es pasajera,

Si de nadie es compañera,

¿Por qué tanta resistencia?”

 

“No sé si es un charlatán

Como algunos anteriores

Que engañaban con sus flores

Creando un indecente plan,

 Puede ser otro “don Juan”

Rebuscando sus amores,

Profesando mil valores

Con sus actos de galán,

¿Cómo sé que no es rufián

Que solo causa dolores”?

 

“Este amor es transparente

Y lo quiero confirmar,

Con usted quiero soñar

En romance permanente,

Me doy cuenta que usted siente

Un muy fuerte palpitar,

No lo puede ya evitar,

Lo noté completamente,

Yo quisiera ser prudente

Pero quiero a usted, amar”.

 

“Su cortejo es complaciente

Quizá, sea muy eficaz,

Mas no sé si hay un disfraz

En un ser tan “inocente”,

Usted es inteligente

Y también es muy locuaz,

Y yo soy muy perspicaz

De palabra tan saliente,

¿Cómo sé que no es realmente

Argumento que es falaz?

 

“Si mi vida entera diera

Por un chance, señorita,

Porque usted es margarita

De belleza en primavera,

La amaré hasta que me muera,

Musa tenue e infinita,

Este ser la necesita

Con el alma y vida entera,

No le haré, de prisionera

A una estrella tan bonita”…

 

Y recibo un fuerte beso

De tan cálida grandeza,

Entregándole promesa

En tan mágico suceso,

Y soy yo quien vive preso

Por su temple de belleza,

 Confirmándole certeza

Del amor que le profeso,

Y en un cuento que hoy empiezo

Soy feliz, con mi princesa…