Casi 100 Versos Desoídos

Amy Mole

La soledad
se ha marcado
un coito
largo,
largo,
conmigo.

Cada día,
al llegar a casa,
he revuelto
hojas,
cigarrillos,
cajones,
libros,
sábanas
y zapatillas.

Algo de ti,
pero en el techo
(tres agujeros y una mancha).
Nada esencial:
ni jara
(tu olor a monte)
ni azul
(tu color frío).
Ni en el buzón,
ni bajo la almohada.

Las meigas
nos acechaban.
No llevábamos el compás.
Y, sin embargo,
a pesar de los fantasmas,
pese a Sísifo,
Penélope
y Ariadna,
nos vimos en Valdevarnés,
nos paseamos por Pelegrina,
dormitamos en la playa
y, en un museo,
frente a Dalí,
tu ausencia
emprendió un corto viaje.

Me susurraste en alemán,
me llamaste lapislázuli,
me hablaste de ti.

Antes de mí:
Tiziano,
Innsbruck,
Debussy.

Antes de mi,
te cambió la vida
una mirada.

Y,
...
un buen día, …
te descubrí.

Pero, tu corazón
(de tortuga)
no se casca
como un huevo.

Yo pretendí
apearme entre tus piernas
(tu esperma
inquieto,
no quiso reposarse).
Así, te convertiste en un No,
que a veces fue Si,

Llegó
Watteau.
Y después,
Cuenca
(yo te regalé Valeria).

Tu bigote,
engalanado
con una camisa crema.
La “creme” del Rastro,
donde
lloraste:
¿Por Silvio?
O ¿por no ser Violeta?

Y entonces supe
que amarte sin dolor
era imposible.

Tuve que morir yo
para que tú comprendieras.

(Escrito desde el otro lado de esta vida)

  • Autor: Amy Mole (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de diciembre de 2009 a las 08:01
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 2450
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Comentarios3

  • gatoconbotas_58

    excelente escrito. un beso para ti.

  • Altea

    Emocianante desnudez

  • Amy Mole

    Muchas gracias por vuestros comentarios,

    eMi



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