Ejido de tus raicez

fugitivo de las letras

Voy dormitando entre pamplinas pantanosas

mientras tus ojos van despedazando los efluvios de esta soledad viviente,

Y entonces despierto en la fruicion de esta mirada tuya

Y mi alma te contempla esbelta en nuestra sombra compartida,

En medio de un ejercito de huesos  secos

que desechos deambulan sin proposito alguno el occidente

 

 

Y te invito a presenciar el aleteo de las olas

mientras comparto tus aguas en tierras de nadie

Y me dejas dentro de un suspiro tremolente

que sueltas de tu verbo tácito

 

Entonces te vas,

y no dejas mas que las huellas del lucero

entre un universo de estrellas durmientes

 

Y sueño entonces con la luz que dibujaste al ensalzar mi alma

y quemar mi pecho sediento de sangre,

Con el rayo ensordecedor que expiraste en el primor de tu mirada

 

Entonces aturdes las venas de mi alma

cuando tañen los cordeles de tu aliento sobre el eco de mi piel endurecida

Y me empinas hacia un horizonte hambriento de vida

con tus manos religadas de aros de ónice

 

Y me llevas en el siroco de mis ansias

y la confusion de mis deseos

Pare ceñirme del calor de tus venas

y al fin atenuarme aterido al cálido rincón de tu silencio

 

 

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Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Muy grata la gracil lectura de tu bello poema amigo Fugitivo
    Saludos de amistad de Críspulo



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