BRINDIS MORTAL (Caso verídico)

"No está mal que bebamos y brindemos/ y que digamos juntos ¡salud!/ Malo es cuando nos excedemos/ y terminamos brindando en un ataúd".

Amanecías con una cerveza en la mano

y parecía que pensabas que era en vano

la vida si algo parecido no podías tomar.

Tus padres, ambos, te dieron el ejemplo

y tu casa se me asemejaba a un templo

donde sólo alcohol se podía encontrar.

No admitías nunca estar borracho

pues desde que eras un muchacho

fue siempre así como te sentiste.

Sentías que beber te daba un matiz

que hacía tu mundo algo más feliz,

aunque a todos nos pareciera triste.

Asegurabas que te divertías conmigo

pues desde la infancia era tu amigo

y era ésa una amistad consolidada.

Pero para mí era irónico realmente,

ver cómo apenas al día siguiente

no recordabas absolutamente nada.

Debías beber para atreverte a bailar,

beber también para tu trabajo realizar

y hasta para escuchar música bebías...

Lo cierto es que entre luna y sol,

pasabas sumergido en el alcohol

casi todas las horas de tus días.

Tenías que beber por estar con tu novia,

era tu dependencia a veces tan obvia

que llevabas cerveza hasta a tu cama...

pero era muy patético en realidad,

saber que bebías por tu necesidad

y no por compartir con la dama.

Lanzaste tu futuro por la borda

y tu familia siempre fue sorda

cuando les hacían llegar consejos

y por esa actitud de todos tan terca,

un futuro promisor que se veía cerca

de pronto empezó a verse lejos.

Tal vez tuvieron falta de cariño,

nunca te vi cargando a un niño

y tener hijos era algo que no querías.

Al principio me pareció extraño,

pero beber te hizo tanto daño

que llegué a pensar que no podías.

Descansa en paz amigo, hermanos fuimos

y de esa amistad que por años tuvimos

puedo hoy de verdad hacer alarde...

Fue lamentable el error que cometiste

y creo que eso nunca lo entendiste

o quizá sí... pero demasiado tarde.

Poema original de Álvaro Márquez

Venezuela

Todos los derechos reservados

10/9/2013

Sr. José María Castaño De Sola (El padre)

Profesión: Contador

Tomador compulsivo

Fallecido

Sra. Julia de Castaño (La madre)

Ama de casa

Alcohólica

Fallecida

José Emilio Castaño De Sola (El mayor de los hijos varones)

Profesión: Contador

Alcohólico y adicto a drogas

Se suicidó metiéndose al mar

Ana María Castaño De Sola (Única hembra y la mayor entre los hijos)

Con problemas mentales

Fallecida

José María Castaño (El menor de los hijos, mi amigo de la infancia)

Profesión: Técnico Superior en Electrónica

Alcohólico y en ocasiones adicto a drogas.

Fallecido

Fernando Castaño De Sola (El segundo entre los hijos)

Profesión: Ingeniero Industrial

Alcohólico, con tendencia a ser agresivo

Es el único que queda vivo

Los tres hermanos varones estudiaron 5 años en Canadá gracias a una beca del gobierno de aquel entonces. Ninguno pudo ejercer su profesión con éxito.