Cuan cierto es que al amor lastima,

y que en el encontramos heridas que no sanan

más también es cierto que nuestro mundo gira

por qué siempre hay en él personas que se aman. 

Ama la madre al hijo sin cordura y sin razón,

sin conocer de la leyes de este mundo

pues solo milagros habitan en su corazón,

aquellos que se manifiestan en un solo segundo.

Ama el hermano a su hermano mismo

por qué mira en el parte de esencia

ama al hermano con dejo de cinismo

porque sin él, llorará su ausencia.

Ama el amigo a quien cree hermano,

no de sangre, si no del corazón,

por qué solo el corazón humano

es capaz de romper la ley de la razón.

Ama aquel que se siente amado

a quien le ama y corresponde el juego

más cuando aquel que ama se retira.

¿por qué habremos de vivir en duelo?

¿No te ha hecho feliz su presencia?

¿no has disfrutado con el tu vida?

¿no han sido los dos una sola conciencia?

¿no conoces el motivo de su despedida?

Pues bien para ese amor que se ha marchado

no guardes dolor, pena o rencores

pues en tu pecho han de  a quedar marcados

de la flor su color, su sabor y sus olores.

Dichoso pues en tus manos encontró descanso

una flor que pudo morir por falta de cariño,

la mantuviste viva, nada en ti pudo ser falso

tu inocencia de amar como si fueses niño.

Más nunca debes sentirte arrepentido

por haberte entregado de forma tan sincera

si su amor fue falso, siéntete agradecido

por qué no merecía ser tu compañera.

En fin, me despido no sin antes mencionarte

que la vida es hermosa, llena de alegorías

no te enojes, con ella, trata de enamorarte

de la vida misma, ella... te llenará de alegrías.