En ciertos momentos, decidía correr en lugar de andar.. reir sin más.. cantar y bailar sola..
Era una situación que no podía evitar, cuando la inundaba de repente esa sensación de felicidad plena..
Actuaba como si hubiera ingerido un pedacito del sol del amanecer.. el cual le abrasa el pecho, invitándola a lanzar una fina lluvia de chispas por todo el cuerpo.
Me pregunto, no existirá otra forma de manifestar esa felicidad, sin que a los ojos de los demás, no parezcamos estar ebrios, o quizás, bajo la influencia de un ligero trastorno transitorio de la personalidad!!
Los seres civilizados, en ocasiones creo que rayamos la estupidez más notoria y absoluta!!al no saber entender y aceptar actuaciones similares de buen grado y sin suspicacias.
Tan difícil resulta comprender actos semejantes o conductas comparadas sin entrar a valorar la motivación de la misma?
¿De qué nos sirve estar en posesión de un cuerpo sano y alegre, si hemos de mantenerlo encerrado en su embalaje como si de un elemento inanimado o inerme se tratara?
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Autor:
emiliodom (
Offline) - Publicado: 5 de septiembre de 2013 a las 03:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 53
- Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
Offline)
Comentarios1
Asombrosas metaforas anhelan la hermosura de tu genial prosa amigo Emiliodom
Saludos de afecto y amistad
Muchas gracias por ese inmerecido elogio
Un saludo
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