Raíz

omu



 

" Quedándome desnudo encontré;

un gran reloj parado,

la tinta y los ropajes,

la hora quieta y exacta,

la escritura adecuada,

el tallaje perfecto,

a mi abrigo en los otros."

 

Yendo mas allá de mi mismo,

cruzando el solitario umbral del ego y el mito,

de Narciso y el agua.

 

Cambié el desfase de mis lentes

por la consistencia de unas ricas zanahorias.

(Sustituí la limitación cual emborrona mi vista,

tornándola de fragilidad esquiva,

por ilustrativas perspectivas que asomaban).

 

Retrocedí hasta reunirme...

Y advertirme como hermano del resto

por tantas y tantas razones:

 

Más allá de las diferencias;

de la cultura o de la piel,

del tractor o de la azada,

del hormigón o de la paja,

del radiador o de los leños.

Más allá de la inteligencia;

del saber dado en las escuelas

o de las calles embarradas

que asoman oliendo a estiércol.

Más allá del próximo gen;

de unos motivos que maniaten

o de la dicha intrínseca

que aportan los conocimientos.

Más allá de características;

de una destreza exultante

o la exquisita imaginación

que otorga relevante ingenio.

Más allá de los movimientos

de pasajeras doctrinas;

de la escritura que se olvida

o de cambiantes pensamientos.

Más allá de los contrapuestos;

de la verborrea inagotable

o la parquedad en palabras,

de la claridad absoluta

o de enredarnos con el negro.

De infinidad de hábiles citas

o de los absurdos improperios.

De la infructuosa necedad

o un sinfín de sabios proverbios.

 

(Existen tantísimas razones...

que la palabra hermandad queda sabiendo a poco.)

 

La evidencia del vínculo encontraremos,

cuando dentro de nuestro pecho ya no suene

el rítmico tambor que marca el propio tiempo.

 

Y los duros huesos sean blandos

y nuestro suelo sea el cielo.

Y el infierno quede en los libros,

y cualquier libro rece siendo...

papel en blanco, sólo invierno.

 

Cuando los sentidos, (por completo extintos),

fueran fecha pasada y no el habla. 

 

Evidente es el vínculo si observamos atentos,

el color que apuntilla tras una amplia sonrisa;

de una boca, los dientes; blanquecino, su nácar.

 

318-omu G.S. (Bcn-2013)

  • Autor: omu (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de agosto de 2013 a las 08:53
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 51
  • Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
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Comentarios2

  • Mar (Bar Literario)

    Al fin y al cabo todos somos seres que nacemos y morimos. ¡Igualdad!

  • El Hombre de la Rosa

    Una hermosura genial tu extraordinario poema amigo Omu
    Saludos y amistad



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