“...niéguese a sí mismo”

“Niéguese a sí mismo”, ¿qué significará esta frase?

Si decido dar ese paso y las siguientes fases

requiero entender para obedecer el mandato

entonces debo saber qué significa “negarse”

 Digo quiero ir en pos de mi Maestro

con ello proclamo que le creo y amo

entonces dispuesto tomo el estandarte

“me niego a mi mismo” dice la bandera

que ondea guerrera cuando inicio el día

y cada instante que Yo quiera gobernarme

Cuando “Yo” me quiere en sus emociones

“me niego a mi mismo” dice la bandera

o llega disfrazado de ideólogo elocuente

“me niego a mi mismo” dice la bandera

Si llega con sus morales o sus moralejas

y dice quiero que me devuelvas a mis vicios

“me niego a mi mismo” dice la bandera

Lo digo con voz y con mente plena.

No es “negarse” a medias, es negarse de veras

No cabe acordar con “sí mismo” una parcela de fiestas

Ni dejarle al Diablo 1% la puerta abierta

Es cerrar completas las ventanas y las puertas

No importa que el Yo llore, gima y se retuerza

que reclame su derecho de llave del alma nuestra

que nos eche en cara todas las viejas fiestas

Razone que no es fe lo que me encadena

Que no es libertad aquello que me encierra

y cómo es pecado lo que me gusta y ofrece

Que ¿por qué ser esclavo de la obediencia?

¿Es bueno lo que mi “libre albedrío” me niega?

Incluso teólogo el Yo muy solemne me ofrezca

pecar y arrepentirme, el empate es la respuesta.

Pero “niéguese a sí mismo” no negocia parcelas

pide de nosotros 100% el alma completa.

No hay “libres albedríos” ni nada de palabrejas

Niéguese en la calle, en la casa, en el trabajo

Niéguese en público o en la soledad extrema.

Más Yo que es antiguo de mucha experiencia

puede cambiar la estrategia y darnos otra propuesta

de seguir tan noble proyecto e ir contigo a la iglesia

hacerse miembro del coro, aprender la Palabra completa

Proclamarse, entre llantos, creyente

Decir de rodillas a Jesús “tú eres el Hijo del Dios viviente”

“Niéguese a sí mismo” no acepta trucos ni tretas

Al Yo no se obedece, se le echa puertas fuera

No importa lo que grite, lo que amenace u ofrezca

Si se le deja un instante entonces él entra y reina

Se que mi Yo no muere sólo porque yo lo niegue

él fallecerá hasta el día que mi cuerpo muera

pero si él no gobierna, la vista se me aclara

ralean las tinieblas, se vuelven menos densas

una luz va apareciendo como cuando el día empieza

¿Quién soy entonces el que “ahora se niega”?

Ahora que Yo tiene una mordaza y las manos quietas

¿qué queda, acaso un gran vacío o una mente nueva?

No se cómo se llama, sólo aseguro que es un alma buena.

No quiere pecados, no juega a dos reglas ni la doble cara

es sana, ordenada, le encanta el trabajo, y come con regla

de forma sencilla vive las virtudes en cada acción que tenga

Es la nueva criatura que Pablo enseñó que me revistiera.

Ahora Señor en todo mi ser el campo te queda

que vengan tus leyes, tu ética, arte y tu santa ciencia

santa sabiduría que sólo tu tienes, que sólo tu enseñas

Entonces reverente te escucho que tengo una nueva tarea

de tomar la cruz que tengo que llevar a cuestas.