LOS VENENOS DEL NÍSPERO

alex sandman

 

Venimos de la ceniza a recoger nuestros metales. Los leños bajo la fiambrera agonizan y no por el fuego, es el viento acelerando el ritmo de la inexistencia. Aún así, permanecen sumergidos al placer de ser excreciones de sus monstruos; donadores de sombras que resguardan la frondosa nocividad organismos parasitarios al frescor, exceptuando  a la oscuridad, puesto que ella es la única inocencia hilvanada dentro de esta incorruptible seda.

 

Contrario a lo que se presume, de día el níspero milenario se alimenta de los cuantos trillados por la demencia de los cloroplastos, como un hombre atorado con un trozo de sufrimiento en la garganta. Evitando la asfixie en su tercer anuncio bebe un trago del pocillo que resguarda los colores de un café endulzado con dos perlas prensadas arenosa soledad… despegado se piensa en las mentiras tan hermosas que erigieron el mundo, y que lo sostienen, como chorro de las orinas de un perro adicto a las raíces. En cualquier reflejo del rostro no queda más que esclava servidumbre al acto de dar las gracias, que de noche cede turno al intercepto prolongado de los párpados: el otro acto de aborrecer los prestigios de soñar.

 

Secular el árbol rígido se hizo para nunca postergarse ante cualquier altar; sin embargo cela al pájaro domado por el aire, y teme al gusano que enferma sus frutos desintegrándose en las tenazas de la hormiga plateada sin germinar..

 

Ante todo el níspero no renunciará a soñar… y en el punto crítico del vapor seguirá arrojando poemas de rocío acento recitados por estomas al abandono del polvo; coautor de estos versos: palabras de grandes autores, canciones de punta ranzal, salinizaciones lunares de vanos poetas, pulverizaciones sepulcrales de barro, hermosos coros de enfermos gemidos… gotas de agua que fueron nieve y luego, de la letrina ascendieron para caer en el torrente ácido de la lluvia… virutas criminales en fuga de la felicidad, o simplemente destellos de estrella tóxica… poemas impasibles como estos que a diario nutren la quietud y sirven de alimento para todo aquello que ya está muerto.

  • Autor: Alex Sandman (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de julio de 2013 a las 09:33
  • Categoría: Naturaleza
  • Lecturas: 63
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Comentarios1

  • Hugo Emilio Ocanto

    Excelente tu escrito, poeta. Saludos.

    • alex sandman

      muchas gracias maestro, no sabe cuanto me halaga...



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