Mi rosa blanca.

Tú, eres la luz
del alba y el ocaso,
eres mi invierno
y mi verano.

Y si es pecado
mi sentimiento,
me resigno al infierno
por verte a mi lado.

Eres lo que un día
pedí gritando, al cielo
y hoy me responde
con tu linda sonrisa.
 

Eres la rosa
de mi jardín secreto,
hermosa sirena de mi mar,
si supieras que tu recuerdo
interrumpe cada día mi paz.

Vine a decirte la verdad
y es que aún no se apago la llama
del amor que te juraba,
esperaba que el invierno la cesara
pero la fuerza de la flama
dejo profunda huella en mi alma.

Aún pienso
en tu delicada y frágil piel
tu hermosura de cara y perfil,
tu sonrisa me domina,
tu mirada me cautiva,
tu presencia me inspira,
para tí, escribiría
miles de melodías,
por tí, plasmaría
en el firmamento
tu nombre completo,
para recordarte
cuando este muy lejos.

Y me asalta una duda
si es que sigo vivo
en tu destino
o ya morí en el olvido.

Culpable de mis desvelos
tu has sido
y en mis sueños se rebela
el amor que para ti
he reprimido.

Espero que mi esfuerzo
no se en vano,
espero sirva de algo
mi escrito
espero que no ignores
mi llamado
porque moriría
desolado.