Poemas para Maratonistas Licopodios (3/3) (km29 al km 42)

huertero

Km 29

 

El mundo pariendo por instinto.

Opuestos de sombras iguales.

Enclavado un cuerpo en

 espasmos a la columna

perceptible toque incorpóreo.

Eterna constancia

me volverá invisible.

Existo como soy a

punto de disolverme.


Km 30

 

En equilibrio los ojos ventanales.

Corren aquellos de espiritualidad

Y los que con enfático realismo

resaltan sus lujos.

Presente los  creyentes

y los majestuosos incrédulos.

Presente los intelectuales

 también los generosos.

El sol y los vestigios de

la luna en nuestros órganos.

Mi pequeña mano

quita el freno de mi garganta.


Km 31

 

Noté que un algo

me escalaba la médula

un fantasmal calambre prodigioso.

Extraña sensación de espinas en los huesos.

Toque el césped ardió la carne.

Lluvia de labios espíritus de dorsales.

Vi precipitarse papel picado.

Los truenos  en las glándulas ajenas.

Vagones de erizados cuerpos

perseguidos por nubes de ojos.

Las venas a filo de luz.

A lo lejos en lenguajes de señas

ubico mis latidos dentro de mi cuerpo.

Sin alas sin sombras.

Este azul lejos de los mares.

Mis parpados con signos de pasión.

Los pájaros aterciopelados

en banda detrás de

esta jauría de entidades atléticas.

El azufre en los pétalos labiales.

Me abrí… la respiración al sur

a mi costado otra vida hilvanándose.

 

Km 33

 

Hay muchos cuerpos alargados en el campo santo.

Arboles cuasi desnudos; estoy cambiando el paso.

A  primeras horas de decimas horas.

El cielo atenúa el verde de mi cielo.

Rompiendo la niebla que todo lo distorsiona…

De la luna quien tiene memoria?

Si es de plata o pareciere una cuchara.

oh serena escarcha has cubierto mis pies que ruedan.

El frio me recuerda la ternura

de mi madre en tiempos de madre.

Sombran sombras y

los perfiles convergen en la ruta y

que es la ruta sin el ser que la transita?

Propaganda…La voz inicial…

Nosotros hacemos del tiempo.

Esta soledad se moldea respiro por respiro.

No hay corales solo barro secándose al viento y

voy subiendo y voy bajando en mi propia envoltura.

Este circuito no es mío, la piel se niega a respirar.

Segundo arco que sobrepaso y

los árboles se despojan de su peso.

Ojos, manos, mi boca se tensa como las uvas maduras.

El silencio se rompe por los teros.

Tú estas más allá.

Tú eres mi íntimo rumor.

La sed es más que la soledad  y esta soledad me da sed.

Mis dedos desandan  cada kilómetro andado.

Mis ojos retienen imágenes retroalimentadas de nácar.

La dureza de mis piernas, la dureza del asfalto.

A ver quién se queda. Quién da el paso equivocado.

Esta mañana mi mundo es  fresco,

es liso y con el rostro dibujado.

 

Km 34

 

Las nubes esconden  raíces de piedras

mordiendo huesos en  vidas de agua.

La serenidad viene comprimida

en somníferos de ahogos.

Los ojos a partirse

mis pies  dividiendo

lo indivisible del ser.

Estos brazos sauceados,

eléctricos, eclécticos.

El infinito muy preciso.

Milagro… El agua en mi boca.

 

Km35

 

Quién procura bajar el tiempo con este viento?

Tanto arroz, tanto cereal,

tanto yogur  consumido.

La ansiedad esa puerta abierta para nadie.

Tan blanco para las moscas  ya muertas.

Frío de la vela cuelga

la mesura al alba.

Sombras y sombreros relegados

ordenados en soledad.

Fue precisa la medianoche.


Km 36

 

 Ardor  y el arrojo de

los huesos crujientes convocan

presurosa la pulpa sensitiva.

El nervio adyacente dispara

la voz ronca, los ojos

viene el espanto la violencia de

los cuerpos arqueados en llantos.

Las lágrimas subsisten en

el sudor de la inocencia

paz en los recuerdos.

Brazas encendidas mi sangre

arde mi sujeto, arden

las  entidades  en este paraje lineal.

Atrás quedo el muro y

sus corazones mutilados.

 

Km 37

 

Hasta donde me ha

acompañado el viento

el desea detenerme

mueve apropósito el horizonte

cambia las letras de mis versos.

Y ahora nacen enroscados

de mis cordones verdes

el hecho consumado de

vibrar las señales.

Llegué a Roldan

bailaron las hojas con su paso

y rio como puedo con

ese movimiento …de amor.

Por el mero placer del movimiento.

Sin pretensiones sin predicamento.

En mi  un eco nuevo resuena

va dejando silabas

Donde será el momento?

De encontrar su lugar.

Hoy  te sorprenderá

las tranqueras rompecabezas.

Sin entender hasta donde

he llegado persiguiendo

el silbido del viento.

 

Km 38


Se sale del porqué.

No sabe de qué, el por qué?

Esta cuerda atada al queso.

La figurita lanza espuma por sus bordes.

Mi cabeza un seto de costumbres.

El rio desprende su camisa

los viajantes deseosos

salirse de las orillas.

De qué color es un día horrible?

Pasaporte a uno más.

Un mundo más…

Las letras blanquean el dorsal.

En la mesa una gota de tu luz.

Se plantó un antes del ahora

en columna de llanto.

Huellas en el delirio lodoso.

El amor inevitable me salva.

  

Km 39

 

Calambres de palabras.

Se levantan esas voces que a lo lejos cantan

demarcando el recorrido sin que se sepa

para qué es el camino.

Al borde la noche.

Al borde los cordones desatados.

Abordo estos dedos livianamente  verdes

hermanos del destino.

Ya no me espantan los remolinos

las sombras pálidas

ni el hábito de la moscas.

Que siga a flote la cordura.

Estos poetas muertos

hablan más dulce a mi oído.

Mi mano tibia sumo  y sumo

mi pecho rojo me da menos.

Anticuados nombres

a tanta ausencia.

Al borde abordo en mi pecho…calambres de palabras

 

Km 40


Traspasa el pasto...  el pensamiento más veloz que este caballo.

Palabras como lazos cicatrices de corcheas.

Las ventanas movedizas los ojos difumados.

Las manos creen que aplauden

el cuello cernido mi boca como urna,

solo entra el agua naranja.

Mi cuerpo no quepa dentro de la puerta y se ríen.

Mis dientes… ya aprendí a abrir estas pinzas.

Las viejas ríen el cordón umbilical al oído de mama.

Una pata para mi cuerpo

una pata para mi cama

el pensamiento más rápido

que este caballo en el carrusel.

 

Km 41


El rio apenas deja ver su transparencia.

Los arcos de guirnaldas plásticas se dejan ver.

A la vista el asfalto se pierde

nacen las esmeraldas adoquinadas

mi ser me escolta.

El sol desconoce mi sombra es el mediodía.

Exhausto  transporto el encantamiento

de las serpientes en mis dedos.

En mis pies traigo el sarro de las calles.

En mis manos mi gloria.

En la lengua este poema sabor a moras.

 

 Últimos 500 metros 42 km

 

Cruje la sangre

la piel aúlla.

Las lagrimas

navajas de sal.

El vacio se abre

el camino también...

 

Final

 

Ultimo día de junio.

                                           No sabré desatarme los zapatos            

la ciudad me habrá mordidos los pies

en la llanura del asfalto,

en el túnel en los puentes con estilo.

El destino final más sudoración

A tiempo cediendo los sentidos,

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Soy  un hijo huérfano

desterrando estaciones.

A tiempo la muerte

ya es poesía…

 

 

 

 

  • Autor: Carlos Casagemas (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de junio de 2013 a las 06:15
  • Comentario del autor sobre el poema: Hoy es el dia....maraton Rosario Cuna de la Bandera Soy un hijo huérfano desterrando estaciones. A tiempo la muerte ya es poesía…
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 164
  • Usuario favorito de este poema: Mar (Bar Literario).
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Comentarios1

  • Mar (Bar Literario)

    Sabe que es usted un genio de la poesía?
    El que más me ha gustado es el del km 33, pero... y el 32? xD



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