A solas con el pensamiento

Bernardo Bosquez Minjares

 

 

Perdido me encontré vagando por los pasillos de mis recuerdos, de todo lo  que en ellos yace.
El primero es un recuerdo iluminado de los días cuando había felicidad, brilla casi tan fuerte como la luz del sol y tiene un ambiente de tranquilidad, la tranquilidad que vos reflejaba hacia mi persona, la luz se atenúa conforme avanzo en los pasillos y encuentro me con recuerdos que quizás la memoria se olvido de ellos por razones que no quisiese explicar por el momento.

Promesas jamás cumplidas están arrumbadas en la esquina enseguida de un gran librero que cuenta las historias de mi vida en los libros que resguarda. El pasad de los años envejece mi humor y entorpece mi felicidad, llego a un pasillo donde la soledad es denotable en las paredes. El ambiente es pesimista total, encuentro un pequeño niño acurrucado sobre sus rodillas llorando en la esquina del cuarto oscuro por el que dirijo mi mirad.
Me acerco a ofreced le consuelo
¡pero casi al instante atemorizado me congelo al ver que es una parte de mi que ha muerto!
La felicidad del niño, esa que nunca debiese morir en las personas y por esa causa se crea la amargura y soberbia en los hombres.


Deje al niño recostado sobre su regazo y me dispuse a cambiar de habitación.


Entro a una donde las visiones son aparentemente reales y reavivan mis recuerdos aun más, la gente luce feliz, no se que ocurre pero es iluminado y colorido, pareciese una especie de celebración mis recuerdos se avivan aun mas, mas no quisiese expresar aquella alegría de la que me he privado en esta vida
al fin parece que he llegado al ultimo cuarto este es algo mas trise de lo común tanto que para poder entrar se paga con lagrimas en la puerta, el dolor se siente en cada esquina del cuarto oscuro, combinado con matices grisáceos es tan triste el ver y estar en esa habitación pareciese que fue donde mas dolor recibí en mi vida
entonces encuentro una vieja nota firmada por una mujer, en aquella nota se leían las tristes palabras que decían.
-la verdad te ame, pero me perdí en el camino Y ahora no se ni quien soy
Manchado de lagrimas arroje aquella nota al suelo  Llore como un niño al recordar.
Aborrezco el día en que viví para leer esa nota que dejaste el día que te marchaste y me dejaste

A solas con el pensamiento

  • Autor: Bernardo III (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 27 de junio de 2013 a las 05:02
  • Comentario del autor sobre el poema: un poema que retrata los recuerdos de una mente triste como la mía
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 60
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