HAY UN INTRUSO.

El Arlequín

Hay un intruso.

Que por las alegres y exánimes tardes; a salto de mata huye y se esconde.

Y que en las noches parece perderse entre las brumas del tiempo, y se aparra dentro de una cripta, que se encuentra detrás de una gran bóveda celeste, nocturna y redonda.

Pasa las horas sin revelar sus verdaderas intenciones, y ya  después que termina de empantanar los sueños de muchos, es cuando de los efluvios matinales se desprenden sus primeras radiaciones.

El modus operandi del madrugón, es estar consciente de su cosmovisión imperial, que le da su poder verdadero, y con sigilo se va asomando para iniciar con su trabajo.

Sorprende; aprovechándose de la situación de quienes dormidos se encuentran.

A este advenedizo, no le importa que sin derecho alguno, pueda romper hasta con intimidades, pues no está acostumbrado a que alguien le impida la entrada.

¿Sabes si acaso le interesa? dentro de su cinismo fijarse si estás cansado, tal vez desnudo, desayunando, o mucho menos desvelado. ¿O por qué no pensar, que hasta copulando?

Asombrosamente casi todo mundo y a pesar de saber su existencia, diariamente lo ignoran y tratan con indiferencia, pues su mirada es aguda y pesada; tanto que te ciega, te intimida y te desvanece.

Es tan grande su fama y su fuerza tan poderosa, que no hay quien haya dejado de escribir o hablar en diversas ocasiones de él, pues intempestivamente aparece en todo lugar.

¡Ah por cierto!, ten mucho cuidado, pues es muy hábil para esconderse en el día y volver aparecer rápidamente, tiene muchas cómplices por doquier, que visten ya sea de blanco, gris o hasta se dice que llega a preferir las de color más oscuro, para lograr con sus fines de tenerte en vilo por la incertidumbre de lo que después sucederá.

Se presume que es muy viejo, pues los aztecas orgullosamente lo adoraban como Huitzilopochtli; y que además goza de cierta dualidad contradictoria, pues se manifiesta tanto en la bondad,  como en la malignidad.

Su función cósmica, luchar contra poderes tenebrosos, contra la Luna y sacrificar las estrellas; Hostia consagrada y vino se ofrecen como un sacrificio para él mismo.

Renacer con ternura… para morir con dignidad, esa es la vida del sol.

NUESTRO SOL.

 

  • Autor: El Arlequín. (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 25 de junio de 2013 a las 23:51
  • Comentario del autor sobre el poema: Se me quedó en el tintero, y lo ofrezco con cariño a mis distinguidos amigos y hermanos poetas.
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 81
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Comentarios1

  • mariarl

    muy tierno y bello mi niño besos

    • El Arlequín

      Que un ramillete de bendiciones lleguen hasta ti Mariarl.
      Que grato que mis letras te produzcan un sentimiento de amor, amiga española.
      Multiplico los besos para ti envueltos en un fraternal abrazo.

      • mariarl

        gracias hermoso cuídate te quiero amigo

      • Hay 3 comentarios más



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