Poema del corazón

POEMA DEL CORAZÓN

Dispuesto a disfrutar un día más, este alivio que sin buscar culpables, me hace olvidarla.

El lecho de muerte de un hombre, la vida tomada por el corazón es más duradera, ante el suceso de caer de nuevo en la rencarnación.

Visto de esta manera vivó como un ciervo del destino, buscando la armonía en la felicidad misma de la mente dispuesta a soñar por primera vez.

Comienzo narrando sin previo cansancio me dispongo a contarlo, busco un sentimiento que poco  inusual en la conciencia de un donjuán, pero bello por naturaleza y soñador como ninguno.

Busco respuestas al momento de encaminar mi corazón a este experiencia tan      placentera que solo busca revivir a este gran señor.

Tiempo atrás lo habré sentido, pero sin ningún motivo de ofenderte por esta falta de memoria, me clavo un lamento de tristeza y desilusión.

Ya que este viene del corazón, dime destino si el castigo que me persigue es causa del lamento de aquella mujer que solo buscaba un querer que yo no podía darle.

Camino en la agonía de mi corazón que no encuentra ese sentimiento, que bello por cierto, hace notar la vida de dos individuos durante toda la eternidad.

¡Ven! imploro al cielo gritando con tan sentir que  mi corazón no deja de latir.

Defraudado y triste regreso a ese lecho de amargura que cultiva mi propia vida.

¡Amor! Se escucha a lo lejos, yo volteo pero no encuentro a esa mujer que grito tal palabra que recupero a mi corazón de tanta  decepción, pero solo el eco de ese viento que tocaba con ternura a mi piel.

¡Amor Mío! ¿Acaso no me escuchas? Yo tu vida, la dueña de tu alegría, la cultivadora de tus emociones, la dueña de tu corazón.

Tales palabras hacen brotar la felicidad que mi corazón tanto espero, ¿Acaso la palabra amor es la indicada? Creo que esta palabra tan corta pero tan bella, ha vuelto a renacer a mi alma y  mi vida entera.

Lloro de alegría porque tu mujer tan linda como la luz de la luna, me llenas de amor, tan sutil como la brisa del mar en temporada de abril.

Gracias a ti mi corazón ha vuelto a vivir.