SOLEDAD ACOMPAÑADA

Ariadna Juárez

Escuché una voz,

Esa voz silenciosa del pasado,

Me llamaba, me gritaba,

Igual que hace diez años,

Igual que siempre

 

Luego, en mi mente,

Vino de nuevo el sosiego,

Traté de no pensar,

No quería atender a ello,

Pero fue imposible,

Dio uno, dos, tres pasos,

Se posó frente a mí

Y como si tan amigas fuéramos

Me tocó el hombro,

Lanzó una mirada de ternura

Y dijo “he vuelto”

 

Como si eso me alegrara,

Como si día tras día le llorara,

Como si su retorno me fuera placentero.

 

Tal vez no estaba equivocada,

Su presencia me llenó de odio,

¿Cómo puede ser tan cínica?

Cómo podía estar tranquila,

 

Yo la recordaba en sueños,

Jamás me fue tan real,

Para mí era un reflejo…

Hasta ese momento

Cuando la vi parada frente a mí

Sin temores, tan orgullosa,

Prepotente y siniestra.

 

Devoraba uno a uno mis sentimientos

pareciera que de eso viviera, 

no era mas que un parásito 

que sin mí no existiría.....

 

De pronto un destello de luz vino

me aterrorizó el recuerdo,

en la oscuridad de mi memoria estaba ella,

pude recordarla, claro, era ella,

y entonces caí en la cuenta,

choqué contra el muro de la realidad,

ella nunca se había ido,

siempre estuvo ahí conmigo,

mi amiga, mi confidente,

mi fiel compañera en el delirio.

 

Pero por qué ahora era así, 

sin luz ni esperanza,

tan fría e insensata,

su tacto amargo me devolvió el odio,

una rabia llenó mis huesos,

quise golpearla y se burlaba,

quise humillarla y vacilaba,

quise olvidarla como la última vez, 

quise guardarla en mis entrañas,

desaparecerla, jamás encontrarla,

pero muy dentro de mi

algo me dijo que eso no era solución.

 

La llamé, le sonreí,

me sentí loca y desquiciada, 

pero guardé quietud, 

levanté la mirada hasta encontrar la suya,

maldita voz transeúnte y miserable, 

lanzaba carcajadas de vanidad y orgullo,

maldita voz aberrante y enferma...

 

Continué sonriéndole, 

emití un suspiro y lo acepté, 

ella siempre me acompañaría, 

la tomé en mis brazos 

la dormí con ellos, 

la abracé con celo 

 

maldita soledad ahora te quiero.....

Ver métrica de este poema
  • Autor: Ariadna Colunga (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de junio de 2013 a las 02:32
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 760
  • Usuarios favoritos de este poema: EzeMC, Cock.
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Comentarios4

  • EzeMC

    Quien puede describirla mejor, que una persona que la conoce.
    Quien puede comprender mejor, que otra persona que la conoce.
    ¡Radiantes versos! Lastima que a veces no todos llegamos a vivir la ultima estrofa.
    Saludos.

    • Ariadna Juárez

      la última estrofa es la resignación de que ella siempre estará allí, como fiel compañera.... algún día todos los que la ven a menudo aprenderán a quererla. Gracias, saludos.

    • Carpintero de vientos

      Poeta:

      La soledad es un delirio que estrepitosamente nos acompaña...
      En ocasiones nos desdeña y nos atrapa, nos enciende las dudas de nuestros sentidos, nos hace llaga el alma...

      Esta soledad es como una llama que nunca se apaga, es una sombra en la noche, un río sin agua....

      De soledades vacías, de heridas sangrantes, copos de hielo en el viento están llenas nuestras cienes y nuestro pensamiento se ata lentamente a la piel de la soledad y el olvido.

      Inmensamente gracias Poeta.

    • Coty

      Ouch!! hasta me dolió!! que bien estructurado el poema, con un final intensísimo!

    • Cock

      Y mira cuánto has aprendido estando sola. A veces no es tan maldita como se llega a creer y hay ocasiones que hasta es necesaria.

      Un gusto pasar por acá.

      Saludos.



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