Hay muchos cuerpos alargados en el campo santo.
Arboles cuasi desnudos; estoy cambiando el paso.
A primeras horas de decimas horas.
El cielo atenúa el verde de mi cielo.
Rompiendo la niebla que todo lo distorsiona…
De la luna quien tiene memoria?
Si es de plata o parecire una cuchara.
oh serena escarcha has cubierto mis pies que ruedan.
El frio me recuerda la ternura
de mi madre en tiempos de madre.
Sombran sombras y
los perfiles convergen en la ruta y
que es la ruta sin el ser que la transita?
Propaganda…La voz inicial…
Nosotros hacemos del tiempo.
Esta soledad se moldea respiro por respiro.
No hay corales solo barro secándose al viento y
voy subiendo y voy bajando en mi propia envoltura.
Este circuito no es mío, la piel se niega a respirar.
Segundo arco que sobrepaso y
los árboles se despojan de su peso.
Ojos, manos, mi boca se tensa como las uvas maduras.
El silencio se rompe por los teros.
Pero tu estas más allá.
Tú eres mi íntimo rumor.
La sed es más que la soledad y esta soledad me da sed.
Mis dedos desandan cada kilómetro andado.
Mis ojos retienen imágenes retroalimentadas de nácar.
La dureza de mis piernas, la dureza del asfalto.
A ver quién se queda. Quién da el paso equivocado.
Esta mañana mi mundo es fresco,
es liso y con el rostro dibujado.
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Autor:
Carlos Casagemas (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 3 de junio de 2013 a las 08:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: gallicida, LunaCr, Microscopio carnivoro.
Offline)
Comentarios2
olalá amiguete!
una maravilla!
Un gusto placer leerte mi querido amigo 🙂
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