Fin de jornada

Un gato mira atento nuestros gestos
Lame sus patas en el tejado de un vecino
Ajeno a nuestras vidas, solo ve lo que no vemos
Las poesías escapando de nosotros, el amor en vuelo

Tus labios carnosos se abren con denuedo
Mi mirada torva, mis ojos tristes, mis lágrimas
Nuestras manos hacia el cielo, 
Las hojas del roble tapando las palabras
El gato atento, salta entre las ramas

Vos te vas, nueva partida sin destino
Yo te anuncio una zona a mi destierro
No brillan tus ojos, tu no lloras ya por esto
Solo Dios te provoca a veces lágrimas

Y estamos tejiendo y destejiendo encuentros
Dices que es tan pequeño nuestro llanto
Y podemos morir por estos pequeños hechos
No creo que sea tan cierto, pero duelen hasta la muerte

Estas de pie, miras el techo, 
Recuerdas tus prisiones anteriores, sientes el deseo
Adiós es poca palabra para decirla ahora
No encuentras el tiempo ni el momento
Estamos tan perdidos de nosotros, que todo

Todo nos separa y nos convoca
Cómo se puede partir para siempre, dime mujer
Sin dejar nada en el muelle, cómo se hace de una vez
Si te quiero de esta forma

El gato entiende nuestro drama, se va corriendo
Hacia la nada, no quiere ser testigo
Nos quedamos solos, ahora si que lo logramos
Solos de nosotros, de nuestras manos

La soledad, compartida de otra forma
Esta dura forma de dolor y ausencia
De mujeres que lloran por nosotros
De ropas ajenas en nuestros cuerpos

Candados azules se asoman en la ventana
Ruidosos chillidos de los silencios anteriores
Y vos frente a mi, casi desnuda de tu alma

Yo te miro, no decimos nada, un abrazo
Sí, sólo un abrazo termina esta jornada