Me siento culpable de todos tus pecados, de tus temores,
de la incertidumbre en cada minuto de ausencia.
Me siento culpable de tus dolores
al no saber la cura del momento preciso.
Me siento culpable de toda tu ternura,
desgajada en cada instante de desasosiego.
Me siento culpable de tus caprichos, si no eres feliz.
Pero más culpable aun me siento, por la duda,
en este segundo de equivocación, que siempre me persigue.
Es un fantasma, que lentamente se apaga,
como la luz en el tiempo.
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Autor:
Deniz (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 29 de mayo de 2013 a las 11:34
- Categoría: Amor
- Lecturas: 439
- Usuario favorito de este poema: El Hombre de la Rosa.
Offline)
Comentarios1
La gran belleza de tus hermosos y geniales versos encantan el alma del lector amigo Deniz
Saludos de amistad y afecto
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