ROBOTS

mercedesdembo

Ashimoto era un fanático de la robótica y estaba fabricando una humanoide muy especial, una que atendiera sus más excéntricas fantasías, una que sea infatigable porque él tenia mucha energía y quería una mujer a su alcance. Necesitaba unas piezas y le habían recomendado ir al depósito de ferretería de Iroshito en las afueras de Osaka. El depósito estaba organizado en hileras por orden alfabético. Camino hacia la letra R (robot), escuchó un sonido suave como tss..., miró por todos los lados, no vio a nadie. Continuó su búsqueda y de nuevo oyó un tsssssssssss más fuerte. Se paró de golpe en alerta, aquí, aquí decía una voz que parecía venir de un montón de chatarra, se acercó pero seguía sin ver nada.

- !Aquí coño! ¿ Eres ciego?.

Por fin Ashimoto pudo ver una luz tenue que parpadeaba en una cabeza de robot.

Se aproximó, la cabeza le recordaba a alguien, se quedó pensado y dijo

- Me recuerdas al robot de Star Wars

 - Si, si soy yo Artoo

 - ¿Qué haces aquí, mutilado?

 - Después de que les hice ganar tanto dinero ya no me necesitan, soy un estorbo, me mandaron al olvido- dijo Artoo

 - Es que con el avance de la robótica todo se vuelve obsoleto

 - ¿Que buscas aquí?- preguntó Artoo.

 - Me faltan unas cuantas piezas para terminar mi humanoide y lo estoy buscando.

 - ¿Porque no me llevas y me arreglas, podré serte de buen uso?

 - Lo tengo que pensar bien, estoy muy atareado y me urge terminar a Mishiko.

 ¿Mishiko?- preguntó Artoo

 - Si es mi humanoide, la hice con una cabellera rubia y sedosa, unos ojos esmeralda, un cuerpo de sueño con unos sensuales y hermosos senos que piden ser acariciados.

 - Suena excitante- dijo Artoo

 - Excitante ya lo creo. Es como quiero que sea, muy excitante, una verdadera mujer, una excelente dama de casa que maneje todos los detalles de un hogar y lo más importante, que me satisfaga sexualmente.

 - No crees que pides demasiado-preguntó Artoo

 - Que va, con mi apetito sexual gargantual ninguna mujer me ha podído satisfacer, acudí a las putas más famosas y expertas pero, ni eso. Además sufro de mal olor de pies y no encontré ningún remedio para ello, ninguna mujer me ha aguantado ni siquiera podía quedarme a dormir en casa de mis padres.

 - Hombre, como no huelo nada me da igual- dijo Artoo

 - Estoy programando toda una serie de comandos y repuestas para Mishiko y muchos sonidos coitales; desde suspiros, pasando por gemidos; para que la experiencia sea excitante, sensual y sublime. Estoy poniéndole sensores en cada seno, conectados a un sonido; si le pellizcas el pezón emite sonidos de placer y susurra palabras eróticas.

 - ¿Te acuerdas de Suzuka la androide que me gustaba?-preguntó Artoo

 - Claro, que chula me la echaba a cualquier momento.

 -¡Eso no, te parto la cara!- dijo Artoo

 - Me vienes con celos, la podríamos disfrutar los dos.

 - Mira, búscala, está por aquí, la arreglas y lo pasaremos los cuatro de maravillas- dijo Artoo

 - Vaya con el Artoo no te sabía tan cachondo

 - Tanto tiempo entre humanos me contagié. ¿Crees que debería tomar viagra?, tanto tiempo tirado aquí se me gastaron las pilas y quisiera estar en perfecto funcionamiento cuando este con Suzuka- preguntó el robot

 - No creo, pero si tengo una idea para un afrodisiaco que te de mucho vigor- dice Ashimoto

 - ¿Cuál?, ¿Cuál?-

 - Prepararé un extracto de almejas con azafrán, cardamono, clavo, ostras que haré macerar unos días envino tinto, mamajuana y chocolate. Ya buscaré como administrártelo- dice Ashimoto

 - Si que me pones contento- dijo Artoo

 - Bien Artoo ya se hace tarde busco a tu Suzuka y nos vamos todos a trabajar!Digo!-dijo Ashimoto

 - Vale- dijo Artoo

 Ashimoto carga a los dos en su furgoneta y salen.

 

Merche DemBar

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Comentarios2

  • El Hombre de la Rosa

    Hermoso y genialmente escrito tu bello cuento estimada amiga Mercedes
    Saludos de amistad

  • mercedesdembo

    Gracias querido Crispulo
    besitos



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