NO PONDRÉ LA OTRA MEJILLA

Joel Linares Moreno

No pondré la otra mejilla,

porque sigo al Cristo indignado y justo,

no a ese al que augusto,

lo pintan en una iglesia,

creo en el que sabe a pueblo,

no colgado en una cruz,

creo en aquel Jesús,

que reía en Caná,

y daba alegría al pobre,

sanando su piel y su esperanza.

 

No pondré la otra mejilla

porque aún hay mucho por hacer,

porque aún un monstruo cruel,

se alimenta del sudor del campo,

porque todavía escucho el llanto

de los muertos por las balas,

porque nos cortaron las alas

antes de emprender el rumbo

y nos hicieron vagabundos,

en nuestra propia tierra,

porque la pelea en la sierra

aun sigue vigente,

porque no hay que creer en gente,

que nos dice ¡ya llegamos!,

Porque todavía lloramos,

a los que duermen en la peste,

porque aún hierven aceite,

para borrar los que soñaron,

porque a muchos engañaron

con la traición de la reforma,

porque no es solo con la norma,

la dignidad no se decreta,

porque en una esquina secreta

el leviatán aún espera,

para dar mordida certera,

indolora, con morfina,

porque aún la ropa fina,

me llama desde la vidriera,

porque los pueblos de allá afuera,

nos ruegan, "¡no se rindan!"

Porque nuestros muertos silban,

pidiendo que despertemos,

porque aún no podemos

soltar ni plumas ni fusiles,

porque aún a mujeres miles,

las asesinan sus amores,

porque aún no nacen flores

en una tierra alcalina,

porque la tristeza aun fulmina

una sonrisa de cinco años,

porque los mártires de antaño

nos reclaman militancia,

porque por nuestra arrogancia

aún la anciana trabaja,

porque todavía esta clavada

en la conciencia una espada,

porque el obrero lleva en su espalda

la pesada carga de la historia

porque no puedo gritar victoria

si la inocencia duerme en la calle

porque miles tienen hambre

de pan, justicia y vergüenza,

porque no puede ser que venza

la moneda a la alegría,

porque esta mente mía

no acomoda el pensamiento,

de no hacer ni un intento

de alcanzar el terreno cielo,

de no poder alzar el vuelo

a la tierra prometida.

 

No pondré la otra mejilla

porque quiero obedecerte,

para desde este fuego interno

que algunos llaman rabia

no nacido del odio,

sino del amor que me enseñaste,

levantar mi voz y empuñar las armas de mi conciencia,

porque para poder cumplir

con tu encomienda de hechos,

y luchar contra el Goliat que nos humilla,

te digo agradecido, resuelto y arrecho

¡No pondré la otra mejilla!

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Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    La belleza asoma cuando la rima traviesa el alma poetica del verso amigo Joel Linares Moreno
    Saludos de amistad poetica
    Críspulo tu viejo amigo



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