En una amada dormiré,
con los pies descalzos y los labios entreabiertos,
para que ingrese un beso y arrastre su amor sobre mi lengua,
llegue a hasta mi conciencia y se duerma,
me despierte por la mañana con sus refrescantes pies de adobe
y suavice sus mejillas con mis manos semiabiertas,
se torne a mi lado y la cobije con el brazo,
alise su cabello enramado y tal vez,
invitarla a que se incorpore a estas ganas que me tientan.
Comentarios2
QUE BELLO...
Gracias, muy amable de su parte.
Saludos.
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