ME GUSTAN LAS SIRENAS DE LOS BARCOS

fernandocardonakaro


AVISO DE AUSENCIA DE fernandocardonakaro
Cuando muera

Me gustan las sirenas de los barcos

 

 

Me gustan las sirenas de los barcos

Ellas traen la voz de otras regiones,

Ellas son del marino los relatos

De cuentos de sirenas y dragones

 

Soy marinero viejo y en mi banco

Desde el muelle del puerto en ilusiones

Mi espíritu va y viene cual balandro

Sin balandra sin vela y sin arpones

 

De puerto en puerto fui cuando era mozo

Llevando sobre mares tempestuosos

En mi barco pesado cargamento.

 

Ahora en mi banco, en el muelle, ocioso,

Miro el reloj y espero silencioso,

El barco que a la mar dará mi cuerpo

 

  • Autor: fernandocardonakaro (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de mayo de 2013 a las 17:47
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 280
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Comentarios2

  • mariarl

    buen poema lindas letras

  • Lucy Shines

    Un bello soneto el tuyo- En algo mee recuerda a este hermoso poema de Rubén Darío

    Sinfonía en Gris Mayor


    El mar como un vasto cristal azogado
    refleja la lámina de un cielo de zinc;
    lejanas bandadas de pájaros manchan
    el fondo bruñido de pálido gris.

    El sol como un vidrio redondo y opaco
    con paso de enfermo camina al cenit;
    el viento marino descansa en la sombra
    teniendo de almohada su negro clarín.

    Las ondas que mueven su vientre de plomo
    debajo del muelle parecen gemir.
    Sentado en un cable, fumando su pipa,
    está un marinero pensando en las playas
    de un vago, lejano, brumoso país.

    Es viejo ese lobo. Tostaron su cara
    los rayos de fuego del sol del Brasil;
    los recios tifones del mar de la China
    le han visto bebiendo su frasco de gin.

    La espuma impregnada de yodo y salitre
    ha tiempo conoce su roja nariz,
    sus crespos cabellos, sus bíceps de atleta,
    su gorra de lona, su blusa de dril.

    En medio del humo que forma el tabaco
    ve el viejo el lejano, brumoso país,
    adonde una tarde caliente y dorada
    tendidas las velas partió el bergantín...

    La siesta del trópico. El lobo se aduerme.
    Ya todo lo envuelve la gama del gris.
    Parece que un suave y enorme esfumino
    del curvo horizonte borrara el confín.

    La siesta del trópico. La vieja cigarra
    ensaya su ronca guitarra senil,
    y el grillo preludia un solo monótono
    en la única cuerda que está en su violín.

    Rubén Darío

    • fernandocardonakaro

      gracias

      • fernandocardonakaro

        QUE HONOR ME HACES AL EVOCAR LA POESIA DEL MAESTRO RUBEN DARIO, AL LEER LA MIA.

        GRACIAS

        UN ABRAZO


        FERNANDO



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